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lunes, 11 de octubre de 2010

Pasion De Gavilanes: Capitulo 7

Raquel Elizondo no tenía muy claro lo que estaba haciendo cuando entro en la pequeña habitación que ocupaba Gines en la casa.

¿Era esto lo que de verdad quería?

Su cabeza le decía que si, pero en algún lugar de su inconsciente corazón, una vocecilla gritaba que no lo hiciera.

Gines la encontró allí e involuntariamente su corazón salto de alegría, quería verla y estrecharla de nuevo contra sus brazos.

Quería devorarla y recorrer cada centímetro de su cuerpo con sus labios hasta quedar lleno de ella.

-¿Raquel?

Raquel dio un salto al escuchar su voz, cuando se giro se quedo sin habla mirando su cuerpo.

Estaba cubierto de polvo y sudor por el trabajo, pero a ella le resultaba lo más excitante del mundo.

Y eso la hizo arder.

-Hola…

-¿Quieres algo?

A ti, contesto su mente.

Ella tuvo que recordarse varias veces porque estaba en ese lugar, a pesar de que lo único que quería era tirar a Gines a la cama y hacerle el amor una y otra vez, no podía.

Tenía que destruirlo no enamorarse de él, ¡Maldita sea!

-Si, tenemos que hablar.

Gines se sentó en su cama y la llamo para que se sentara a su lado, cosa que hizo, pero pudo percibir en ella algo que pensaba había desaparecido.

Frialdad.

-¿Y bien?

-Quiero que quede claro que el beso no significa nada, mi prometido esta por aquí y no quiero que sepa que ando besuqueándome con los empleados.

Gines la miro durante unos minutos para luego levantarse y abrirle la puerta, en sus manera no había ningun enfado pero su mirada decía cosas muy distintas.

Raquel se rompía por dentro pero se levanto mostrando su frialdad y le sonrió como si acabaran de tener una charla normal.

-¿Sabes porque te bese, Gines?

-No.

-Porque así fue como seguramente tu hermana engatuso a mi padre.

Gines no pudo contestar al quedar helado por sus palabras mientras ella se marchaba por la puerta.

Así que todo era por eso, de ahí su interés en él, el trabajo, todo y el muy imbécil se había enamorado de ella como un gilipollas.

No pudo evitar que el dolor se apoderara de él y resurgiera en forma de lágrimas, nunca debió confiar en ella.

Raquel entró a su cuarto con la respiración acelerada y aguantando las ganas de llorar cuando vio a sus hermanas paradas delante de ella.

-¿Qué pasa?

-Oh dios, dime que no lo has hecho.

Fuera lo que fuera lo que iban a decirle, Raquel tenía la impresión de que aquella conversación no terminaría nada bien para ella.

sábado, 2 de octubre de 2010

Pasion De Gavilanes: Capitulo 6

Fue un día como otro cualquiera cuando Yurena vio los papeles oficiales sobre el testamento de su padre.

Testamento que declaraba a Elizabeth Reyes como única heredera de su fortuna, exceptuando la casa que sería de uso exclusivo de sus hijas.

-¿Cómo que la fortuna irá a manos de la familia de esa mujer?

El notario miraba a la joven Elizondo con total serenidad mientras sacaba los papeles de Rafa Elizondo.

-Lo siento señorita, pero su padre dejo esto a esa mujer y al no estar ella, los hermanos de la joven dispondrán de todo el dinero que su padre dejo.

Yurena sentía una mezcla de enfado y curiosidad cuando salió de aquella oficina, sabía que su padre no era un imbécil para dejar su fortuna en manos de gente estúpida…

Y tenía mucha curiosidad de saber que tenía de especial Elizabeth Reyes asi que hizo lo único que podía.

Fue a ver al viejo hombre que guardaba el bar donde su padre y Eli habían estado miles de veces según había descubierto.

-Lo siento Yurena, no quería esconderos nada pero tu padre se veía tan feliz.

Yurena miro al hombre, viejo amigo de su padre y de toda la familia mientras tomaba su café e intentaba comprender la situación.

-¿Qué quieres decir?

-Cada vez que tu padre estaba con Eli era un hombre nuevo, reía, disfrutaba de la vida, parecía el Rafa de siempre.

-¿Le hacia feliz?

-Mucho Yurena, era una buena mujer que se había enamorado de él, mira esta foto.

Yurena observo la foto de su padre y Eli, en el aniversario de Benji, el hombre con el que hablaba y la verdad la golpeo como un tornado.

Su padre era feliz con aquella mujer, mucho más de lo que lo había sido con su madre.

-Tu padre…no amaba a tu madre, ya no, pero os adoraba a vosotras e intentaba prepararos para que también aceptarais a Eli.

Yurena no se dio cuenta de que lloraba hasta que una lágrima cayo en aquellos papeles, todo era verdad.

Eli era una buena mujer y su familia no merecía pagar ninguna venganza.

-Gracias Benji.

Finalmente se marcho de aquel lugar en busca de sus hermanas, Carolina no tenía ninguna intención de vengarse y hasta se había hecho amiga de Gines.

Pero Raquel era un asunto totalmente distinto y según ella sabía su hermana no tardaría en arrastrar a Gines por el suelo como si fuera basura.

Solo el mero pensamiento hizo que Yurena corriera por las calles, tenía que llegar antes de que su hermana cometiera un error, justo cuando doblaba la ultima calle su móvil sono…era Carol.

-Dime hermana.

-Creo que a Raquel le gusta de verdad Gines.

Eso la dejo confusa a un nivel mayor de lo que iba a admitir, sospechaba que le interesaba pero por la seriedad de Carolina, que jamás estaba seria, sabía que era algo mucho peor de lo que pensaba.

-¿Qué?

-No me preguntes como lo se, mejor corre y ayudame a detenerla antes de que el orgullo la sobrepase y cometa una locura.

-¿Qué locura?

-Ha ido a hablar con Gines y Roman esta a punto de llegar, creo que va a terminar con su plan por que esta confusa y no puede afrontar lo que le pasa con Gines.

¿Pero que se había perdido en tan poco tiempo?

-¿Crees que esta enamorada?

-Si, nunca la vi tan rara como ahora y…creo que es mutuo.

Uh oh…ahora si debía correr para detener a su hermana antes de que fuera demasiado tarde.