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viernes, 28 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 22

Capitulo 22

El funeral se produjo en un día lluvioso, parecía que el día contrastaba con las emociones de Raquel.

Se encontraba en aquel lugar, mientras el cura, uno de los muchos que tenían los Caballeros de la Rosa, rezaba sus palabras para dar consuelo a sus almas.

Pero la de ella no tendría consuelo nunca, no hasta vengarse del demonio que se lo había arrebatado todo.

Nicolae: Raquel, es hora de despedirse.

Su voz resuena dentro de ella y asiente lentamente mientras camina hacia él.

Cuando llega hasta él, ve que los Caballeros han decidido hacer el honor y vestirlo con su ropa de caballero a pesar de que era un humano.

Raquel: No se que hare sin ti ahora…espero que…alguna vez pueda verte en mis sueños, amor.

Su coraza se resquebraja mientras las primeras lágrimas brotan de sus ojos y acaricia su cara.

Raquel: Karsi pagara por esto Gines, te lo prometo.

Con un beso en los labios se separa de él, incapaz de decir un adiós, sabiendo que sería aceptar el final.

Lejos de allí, más bien, muy lejos de allí, Gines pasea detenidamente por una nube blanca mientras intenta comprender lo que le han contado.

Hombre: “Chico, estas muerto y eres humano, bienvenido al club.”

¿Muerto? ¿Y Raquel? Iba a pedirle que se casara con él antes de Robert y su deseo asesino y ahora…

Pero no es eso lo que más le preocupa, su preocupación es por Karsi, ahora que Raquel esta sola y perdida tiene toda la libertad para hacerse con el control.

Hombre: Joven cálmate, tu novia esta deseando matar a Karsi.

Gines: ¿Cómo?

Hombre: Será una gran dama y tiene tus poderes…ella será la vencedora.

Gines: No lo se, es decir, confio en ella, pero no esta entrenada.

Hombre: Claro que no…lo harás tú.

Gines: ¿Qué?

Hombre: Gines, tu serás el fantasma y musa de tu dama para esta batalla, ayúdala.

Gines medita esas palabras durante varios segundos…volver con Raquel es su sueño, pero no tocarla o besarla…

Gines: Lo haré.

Finalmente el corazón valiente decide sobre las ganas y se embarca en una nueva aventura…la de preparar a la única mujer que ha amado en su vida.

Raquel llega a casa, después del día tan horroroso solo quiere dormir y olvidar todo lo que ha pasado últimamente.

Sube a su cuarto y se tumba en la cama intentando recobrar algo de lo que perdió hace tan solo unos días.

Entretanto Gines la mira, se tumba con ella y la abraza como lo hacia estando vivo…ahora ya no puede hacer nada más.

jueves, 27 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 21

Capitulo 21

En los últimos minutos, Karsi no ha hecho más que reírse de ellos cosa que molesta a Raquel profundamente, pues quiere volver cuanto antes con Gines.

Karsi, sabe muy bien lo que debe hacer y después de recibir un mensaje mental con un “trabajo hecho” de Robert, sabe que es hora de marcharse.

Karsi: Aunque me encanta jugar con vosotros, lo siento no puedo quedarme.

Raquel mira a Karsi atentamente a sabiendas de que algo no va bien, hasta que se da cuenta de que es todo una mera trampa.

Raquel: Gines…

Karsi: Le daré saludos en el infierno.

Antes de que puedan reaccionar, Karsi desaparece dejándolos en shock hasta que Raquel reacciona y hecha a correr a casa, seguida de cerca por Nicolae.

En la guarida de Robert y Karsi, los dos se reúnen celebrando su triunfo ante la muerte de Gines.

Robert: Por fin…

Karsi observa los movimientos de Robert atentamente, siempre a sabido que su ambición no tiene fin y es hora de acabar su alianza.

Karsi: Ha sido un placer, Robert.

Robert: Igualmente.

Robert saca su arma pero Karsi es más rápido y tan solo moviendo su mano, consigue lanzarlo a las llamas entre gritos agónicos y maldiciones.

Karsi: Y ahora…a reinar.

Raquel llega hasta la casa y corre a la entrada como si le fuera la vida en ello, tiene que estar bien, necesita que este bien.

Raquel: ¡Gines!

Entra a la casa a toda velocidad hasta que una visión hace parar a sus pies y a su corazón.

Raquel: No…

Lentamente se acerca su cuerpo y arrodillándose enfrente de él, lo toma en sus brazos acariciando su cara con sus manos temblorosas.

Raquel: Gines…te necesito para ser feliz, no puedes dejarme así.

Pero sus ojos siguen cerrados y ella sabe que significa eso, Karsi ha ganado y ella ha perdido al amor de su vida.

Nicolae llega en ese momento, es la segunda vez que el cuerpo de Gines pero ahora no es él quien lo sostiene y de alguna manera, se siente aliviado por eso.

Raquel: Nico, quiero un buen funeral para él.

Nicolae: Lo tendrá, te lo juro.

Nicolae se marcha dejando a Raquel con su pena y odio hacia Karsi mientras intenta encontrar consuelo.

Raquel: Te falle Gines, no pude protegerte…-murmura entre lágrimas.-…solo me gustaría tanto tener otro amanecer contigo, mi amor.

Dejando de nuevo el cuerpo en el suelo observa algo brillante en la mano de Gines y abre lentamente su mano para descubrir un hermoso anillo…un anillo de compromiso…

Raquel: Dios mio…

martes, 25 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 20

Capitulo 20

Largo rato después, lo que los despierta de su dulce sueño es el busca de Gines, alertándolos de algún ataque de Karsi.

Raquel: Voy enseguida, Nicolae.

Raquel se levanta de la cama y se viste mientras Gines la mira algo impotente por no poder ayudar.

Gines: Raquel, espera.

Raquel se gira y lo ve levantarse caminando hacia ella para acariciar sus brazos con sus manos.

Gines: Prométeme que tendrás cuidado.

Raquel sonríe y besa sus labios mientras acaricia su cara intentando asegurarle su seguridad.

Raquel: Nada me separará de ti.

Gines: Recuerda usar tus emociones para controlarlos.

Raquel: Lo haré.

Gines la deja marchar con preocupación en sus ojos, no sabe porque siente que su felicidad se acaba en ese momento.

Entretanto Raquel conduce a toda velocidad sin querer dejar la casa, la verdad que no le ha contado a Gines es que esta muerta de miedo, de no volverlo a ver o de enfrentarse a todo lo malo de este mundo.

Cuando llega hasta el aviso de Nicolae, lo ve allí esperándola mientras busca indicios de pelea.

Nicolae: Raquel, es Karsi.

Raquel nunca había visto a Karsi en persona, pero sabe suficiente de él como para querer despedazarlo con sus propias manos.

Karsi: Hola, hola, Caballero y Dama.

Entretanto, Robert llega a la casa donde viven Gines y Raquel con una misión en mente: matar a ese bastardo.

Gines limpia la casa al no saber que más hacer, realmente, pensar que Raquel o Nicolae están en peligro lo esta volviendo loco y prefiere mantener la mente ocupada.

Robert: Pero que tenemos aquí…

Gines se gira sorprendido al ver a Robert apuntándolo con su arma y una malévola sonrisa.

Gines: ¿Qué quieres?

Robert: Tu muerte Gines, me lo quitaste todo y ahora lo voy a recuperar.

Entonces Gines lo entiende todo, probablemente sea una trampa para matarlo y Robert solo sea un imbécil más.

Gines: Te matará tarde o temprano, Robert.

Robert: No antes de que lo mate yo.

Gines lo observa detenidamente, sus ojos son oscuros, más de lo normal, ya ni siquiera parece humano.

Gines: No conseguiras nada.

Robert: Te equivocas, tendré poder, dinero y…a Raquel.

Gines: No te lo crees ni tu.

En ese momento Gines se abalanza sobre él y comienzan a pelear por el arma.

Robert: ¡Te matare!

Gines le da una patada en el estomago y consigue que su arma acabe en el suelo, lo que no ve es a Robert coger la otra pistola que Karsi le entrego y disparar.

Todo le parece ir a cámara lenta mientras dos balas le golpean el pecho, agarrando fuerte el anillo, cae al suelo con un solo pensamiento…Raquel.

lunes, 24 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 19

Capitulo 19

A la mañana siguiente, Raquel despierta más pronto de lo habitual y mira a su lado para encontrar a Gines dormido con una expresión de pura paz en su rostro.

Se detiene mirando su cara, la manera en que su boca se mueve cuando respira y como mueve su cabeza acariciando la almohada.

Sonríe al ver que a pesar de ser un gran guerrero, también puede ser una persona normal, sin más cosas que hacer que su vida normal con su familia y ella.

Lentamente se acerca hasta su cara y besa sus labios sin despertarlo, pero notando una leve sonrisa en su cara, como si pudiese sentirlo.

Raquel: No dejare que te aparten de mi.

Gines rodea su cintura con sus brazos y la atrae hacia él para darle otro beso sin ni siquiera abrir los ojos mientras ella sonríe y se acomoda sobre él.

Gines: No tenía pensado irme.

Raquel: Tampoco dejaría que te fueras, lo siento Caballero, pero ahora eres todo mío.

Gines: Para siempre.

Raquel: ¿De verdad?

Gines: Si, de verdad.

Raquel sonríe y lo abraza contra ella mientras comienza imaginar un futuro juntos, su casa, sus hijos, todo.

Lejos de allí, Karsi y Robert tienen sus propios problemas, dominar un infierno no es nada fácil y a ellos les esta resultando muy difícil debido a los intentos fallidos por matar al Caballero principal.

Robert: ¿¡Y ahora que!?

Karsi: Calmate, es un humano normal, lo tenemos más fácil.

Robert: Ya, eso díselo a tus “súbditos” que nos presionan para hacer algo ya Karsi.

Karsi empieza pensar en un plan, tiene que haber algo que destruya a Gines y deje a Raquel anulada contra ellos.

Karsi: Lo tengo.

Robert: Que…

Karsi: Yo me hare cargo de Raquel, la mantendré entretenida mientras tu matas a Gines.

Robert lo mira atentamente, por fin su oportunidad esta delante de él, la oportunidad de vengarse de Gines Jenkins por todo lo que le ha quitado.

Robert: ¿Vas a matarla a ella?

Karsi: No, con la muerte de Gines quedara devastada y ya no será una molestia.

Robert: Esta bien, hagámoslo.

Karsi: Toma.

Karsi le entrega a Robert una pistola y sonríe al ver la facilidad con la que domina al joven frente a él.

Karsi: Vamos, pronto todo será tuyo de nuevo.

Robert: Si…

Con todo preparado se marchan, tienen una misión, una que no fallarán, este si es el final de todo…

viernes, 21 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 18

Capitulo 18

Dos horas más tarde, Raquel por fin descansa tranquila en la casa de Nicolae mientras observa el pecho de Gines subir y bajar por la respiración.

Realmente nunca se imagino algo como esto, esta vida o dar todo por una sola persona…pero ahora no se lo imagina de otra manera, es algo que la lleva más allá.

Gines: Deja de pensar…te estallara la cabeza.

Raquel sonríe cuando ve a Gines abrir los ojos y sus brazos haciéndole un hueco con él en la cama.

Raquel: Pensaba en todo lo que ha pasado.

Su murmullo mientras se acomoda sobre su pecho parece débil y Gines puede percibir que su cuerpo todavía no se ha aclimatado a los poderes.

Gines: Tienes que dormir, seguro que no lo has hecho desde que…bueno, desde que me marche.

Raquel: No y antes de nada…

Un golpe suena en el cuarto mientras Gines se acaricia dolorido el lado de la mejilla y ve como ella se descarga ese peso de encima.

Gines: Bien, ahora ¿Por qué me has pegado?

Raquel: Por casi perderte idiota, dos veces, casi me matas.

Gines sonríe levemente mientras la atrae hacia él y la besa en los labios con toda la ternura que tiene dentro de él.

Gines: Gracias por no abandonarme.

Raquel levanta su mirada para encontrar sus ojos y puede ver el miedo y la pena por algo pasado.

Raquel: Nunca te abandonare, Gines, nunca.

Gines siente como su pecho se descarga y la besa con pasión mientras lentamente se coloca sobre ella acariciando su cuerpo con el mayor tacto posible.

Raquel: Siempre estaré contigo.

Gines besa su cuello lentamente mientras esas palabras le llenan de fuerza y amor y nota como Raquel se deshace de sus ropas con mucha facilidad, casi como magia.

Raquel acaricia sus músculos con sus manos mientras deja tiernos besos en su oreja y por su mejilla, cada tacto lo siente tan suyo y tan especial que realmente no sabe si esta en un sueño o en la realidad.

Gines: Te amo.

Raquel: Y yo a ti, Gines.

Hacen el amor despacio, dándose el tiempo para recordar todas las caricias que se habían dado y las que no habían podido darse durante ese tiempo, sus besos son promesas y sus toques son recortes del cariño que se tienen.

Cuando por fin culminan, se siente completos de poder por fin estar con el otro sin reservas.

Abrazados en la cama, solo contemplan la respiración del otro mientras piensan lo que les depara el futuro.

Raquel: ¿Y ahora que va a pasar?

Gines: Bueno…tú eres la dama con poderes, ahora yo…solo soy mortal.

Raquel: Eso es un gran cambio…

Gines: Si pero no te preocupes…te enseñare a controlarlos hasta que puedas devolvérmelos, de todas formas siendo mi dama habrías tenido poderes.

Raquel: Umm..suena tentador.

La risa se oye por la casa mientras juegan en un arrebato de diversión, por el momento todo estará tranquilo…por el momento…

miércoles, 19 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 17

Capitulo 17

Raquel: Nicolae hace más de dos horas que Gines me contacto y no esta aquí…

Nicolae: Vendrá, relájate.

Raquel camina nerviosa de un lado a otro del pequeño callejón que tantos recuerdos le trae…aquí conoció al Caballero…

Raquel: No puedo relajarme Nico, no lo puedo perder otra vez.

Nicolae: ¿Tanto le amas?

Raquel mira a los ojos de Nicolae, pensando su pregunta detenidamente, como sorprendida de comprender que si, que lo ama hasta el punto de desesperarse si no esta a su lado.

Raquel: Si Nico, no me había dado cuenta hasta ahora que lo necesito en mi vida.

Nicolae sonríe, cuando de repente escuchan un sonido que viene de uno de los contenedores y preparado para atacar, espera a esa sombra misteriosa.

Nicolae: ¿Quién anda ahí?

Gines: Soy…yo.

De entre las sombras aparece Gines, magullado y cansado de su batalla anterior con los lobos, cae de rodillas al suelo mientras sus compañeros los observan antes de correr hacia él.

Raquel: ¿Gines?

Nicolae: Amigo ya esta, te tenemos.

Gines balbucea unas palabras mientras es llevado a la pared para apoyarlo allí.

Gines: Antidoto…rápido…demonio…

Raquel: ¿Qué dice?

Nicolae: Parece que el demonio se esta haciendo más fuerte dentro de él y lo esta destrozando, necesita el antídoto.

Raquel: Entonces no tenemos tiempo que perder.

Raquel saca el cáliz de su bolso y lo pone entre ella y Gines notando como el pequeño vaso de oro comienza a brillar y toma un poco de su exilir.

Nicolae: No te lo tragues.

Raquel asiente mientras se acerca lentamente a los labios de Gines y los besa, abriendo su corazón para él y pasándole algo de su elixir.

Raquel: ¿Ya esta?

Nicolae: No, apártate.

Raquel lo hace indecisa y observa como Gines convulsiona mientras el demonio intenta quedarse en su cuerpo, sin éxito.

Nicolae: Ahora.

Nicolae alza su espada y de un solo golpe, se deshace de su enemigo dejando libre a Gines, de una vez por todas.

Raquel: Menos mal…¿Gines?

Gines: Ya tardabais.

Su pequeña sonrisa la hace volar mientras Nicolae sonríe ampliamente y le da a Raquel unas llaves.

Nicolae: Iros a mi casa en las afueras unos días, los necesitáis.

Gines: Gracias…

Raquel sonríe y con un abrazo desaparecen mientras Nicolae vuelve al castillo para explicar todo lo que ha pasado.

Karsi: Maldita sea caballero…te matare.

lunes, 17 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 16

Capitulo 16

Gines corre por todo el bosque mientras los demonios lobos le persiguen, Karsi no puede encontrarle si lo hace todo su futuro con Raquel estará perdido para siempre.

Lobo: Huelo su miedo, tiene que estar por aquí.

Nunca en su vida Gines ha tenido estas emociones en su interior, como Caballero sabe que tiene que evitar una pelea y muerte, por su código de honor, pero como demonio sus ganas de asesinar se están volviendo infernales.

Lobo: ¡Miralo, esta ahí!

Los lobos corren destapando su escondite y Gines sabe que no tiene más remedio que dejar al demonio actuar antes de que sea demasiado tarde.

Antes de saber como, se lanza sobre ellos, atacándolos sin piedad y acabando con sus vidas dejando los cuerpos en el suelo.

Gines: Dios mio, en que me estoy convirtiendo.

Mirando lo que acaba de hacer, Gines no puede evitar las nauseas y se aleja de allí a toda velocidad, rezando para que Raquel y Nicolae encuentren el caliz antes de que sea demasiado tarde.

Pero una sombra lo acecha, todo este plan ha sido tramado para un final que nadie se espera, una ultima batalla que decidirá no solo si el caballero sagrado vive o muere, si no también el destino del mundo.

Karsi: Tengo que deshacerme de ti, Caballero.

Se marcha con una pequeña sonrisa en sus labios, sus propios aliados han ordenado su ejecución y él se ha encargado de que su dama y Nicolae, no lleguen a tiempo…

Entretanto lejos de allí, Raquel y Nicolae buscan sin descanso el caliz en la gran cueva sagrada de los Caballeros.

Raquel: No entiendo porque estando aquí no has venido a por el antes.

Nicolae: Yo no puedo cogerlo, solo puede la persona que lo ame.

Raquel mira a Nicolae, recordando otra vez las palabras que le dijo sobre su salvación.

Raquel: ¿Por qué es tan importante para vosotros el amor?

Nicolae: Verás…cuando nos entrenan nos enseñan que este mundo tiene una gran fuerza, que es el amor, por eso lo protegemos y tenemos tanto cuidado con el.

Raquel: Así cuando os enamoráis…

Nicolae: Esa persona pasa a ser nuestro mayor tesoro, la protegemos de todo, a veces incluso de nosotros mismos.

Raquel asiente mientras nota una extraña fuerza que la atrae hacia lo más profundo de la cueva.

Raquel: Aquí esta…Nicolae, el cáliz.

Los dos miran maravillados como el cáliz brilla en lo alto de la cueva, casi esperando a que alguien lo coja.

Nicolae: Rápido Raquel, tenemos mucho que hacer aún.

Raquel al cáliz algo asustada, dejando sus sentimientos por Gines inundarla mientras el calor del cáliz la invade.

Cáliz: ¿Estas dispuesta a compartir tu vida con el Caballero?

La pregunta la sorprende y la asusta a la vez, pero desde el momento en que lo conoció sabe la respuesta.

Raquel: Si…estoy dispuesta.

Cáliz: Entonces adelante.

Raquel coge el cáliz y pesar de su increíble poder, que parece desgarrarla, lo coge entre sus manos…ahora solo le queda dárselo a Gines y todo estará bien otra vez…

sábado, 15 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 15

Capitulo 15

Gines mira los ojos de Raquel y solo ve miedo, miedo de él y de lo que es ahora, aunque realmente no puede culparla…ahora es un monstruo.

Gines: Raquel…

Su voz es grave, como la de una bestia, sus ojos los esconde de ella y su rabia contra él mismo empieza a crecer al ver como ella se le acerca, a él, a un monstruo.

Raquel: Que has hecho, Gines…

Sus ojos llenos de lágrimas mientras consigue acariciar su cara y la toma en sus manos.

Gines: Tenia que salvarte.

Raquel: Gines…así no mi amor, yo habría estado dispuesta a morir por ti.

Gines: No podía…lo siento, ahora soy demonio.

Raquel ladea su cabeza y le abraza fuertemente viendo como todo el futuro que había creado en sus sueños se despedazan delante de ella.

Raquel: Encontraremos una forma ¿vale? Hablare con Nicolae quizá…

Gines: No puede, esta contra sus normas, solo puede verme morir y matarme cuando sea un demonio, matarme ahora o…

Raquel: ¿O?

Gines: O encontrar el caliz sagrado, si se encuentra la persona que me ame con todo su corazón tendrá que beber de el y darme su néctar en los labios, así recuperare la pureza y mi alma.

Raquel le mira sorprendida mientras toma poco a poco lo que le acaba de decir…”la persona que me ame…”

Raquel: Yo te salvare, Gines.

Gines: No tienes porque…

Su mirada decidida se mezclan con sus labios en un beso pasional, lleno de rabia por sus problemas cuando la puerta se abre y Nicolae entra nervioso y con mucho cuidado.

Nicolae: Gines, se todo y tienes que irte antes de que el consejo se entere.

Raquel: ¿Qué? No, no se puede ir.

Nicolae: Lo matarán.

Raquel: Y si no morirá, necesitamos el caliz.

Gines le acaricia la cara haciendo que lo mire y sonríe mientras deja un beso en sus labios.

Gines: Tiene razón debo irme…

Raquel: Pero…

Gines: Shht, busca el caliz y yo me pondré en contacto contigo, te amo.

Raquel: Yo también te amo, Gines.

Gines la mira una vez antes de correr por el bosque en busca de refugio, confía en Raquel y sabe que ella no le va a defraudar.

Nicolae: Estará bien Raquel, tenemos mucho que hacer.

Raquel: Vamos.

Los dos se marchan en busca del caliz antes de que sea demasiado tarde, de ello depende el bienestar emocional de Raquel y la paz en el mundo tal y como lo conocemos.

jueves, 13 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 14

Capitulo 14

Gines llega con Raquel en sus brazos al castillo de los caballeros buscando una solución, alguna salida a esta locura que no dejara que pase, salvara a su dama, cueste lo que cueste.

Mayor: Gines, sabes lo poderoso que es este veneno…

Gines: Lo se pero por favor, tenéis que ayudarla yo…yo no puedo perderla así.

Los mayores miran a Gines acunar el cuerpo de su dama contra su pecho mientras le susurra palabras de calma y besa su frente, cada vez más ardiendo.

Mayor: Gines tú, como caballero tienes el poder de transferir tus poderes a quien tu desees a cambio de que ellos te transfieran algo a ti.

Gines escucha atentamente esas palabras intentando comprender lo que significan mientras la cara de Raquel palidece un poco más y él mismo se siente morir.

Gines: No lo entiendo.

Mayor: Gines, si tu le das tus poderes a Raquel, ella se curara porque te traspasara a ti su veneno.

Gines los mira atentamente antes de recapacitar su decisión, en sus manos esta salvar a Raquel pero…¿Qué pasara con ella? ¿Sera una dama con poderes? ¿Y él un humano?

Gines: ¿Qué pasa si lo hago?

Mayor: Tú al nacer caballero serás de esta estirpe toda la vida, pero ya no tendrás el mismo poder, todos pasaran a tu dama, pero Gines, deberás llevar cuidado, el veneno de Karsi no solo mata el alma, si no que también convierte a una persona buena en su siervo, una persona como tu y aunque seguirás siendo Gines, estarás destinado a servirle, llevándote a tu propia destrucción.

Con mil emociones corriendo tras él, Gines asiente lentamente y se lleva a Raquel al cuarto tumbándola en la cama y con él a su lado…

Su mente viaja a todo lo que puede pasar, cuando de pequeño vio su futuro, nunca pensó que la razón de su destrucción seria la mujer que amaba.

Gines: Pero por ti vale la pena.

Acariciando su pelo observa detenidamente su cara pensando lo enfadada que estará cuando despierte y sea él el que este enfermo y se vaya a convertir en un demonio.

Gines: Aunque este obligado a obedecer a Karsi y sea un demonio, siempre te amare Raquel, tu serás una dama con el destino de un caballero y por favor amor, si me ves…destrúyeme.

Entonces nota a Raquel despertarse levemente y mirarlo con una pequeña sonrisa.

Gines: Shht, no fuerces.

Raquel: Estoy bien amor…

Gines: Pronto estarás mejor, te lo juro.

Raquel le mira sonriendo mientras sus ojos vuelven a cerrarse y Gines tiene la respuesta a su pregunta, vale y quiere morir por ella, así que baja sus labios hasta los de ella y los besa con la mayor dulzura posible, pasándole con ese beso toda su energía y poderes.

Rato después, Raquel despierta de su sueño solo para encontrar que sus dolores y fiebre han desaparecido.

Raquel: ¿Gines?

Al mirar a su lado lo ve, Gines yace exactamente como ella hace un rato, enfermo, pero al mirar sus ojos…no son los de su Gines…si no los del mismísimo demonio.

Raquel: Dios mio…que has hecho.

martes, 11 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 13

Capitulo 13

Raquel: Gines no puedes hacerme esto.

Raquel se levanta enfadada de la cama, viendo su cuento de hadas hacerse pedazos la segunda vez en el día.

Gines: Pero Raquel…

Raquel: Definitivamente no puedes hacerlo, no puedes decirme todo esto, sabiendo que me amas y yo a ti y esperar que acepte que solo estarás conmigo 24 horas porque le vendiste tu alma a un demonio a cambio de un día conmigo.

Gines suspira, intentando hacerle entender la gravedad y la importancia de su decisión.

Gines: Raquel, por favor, solo tengo 24horas de vida y no quiero pasarlas lejos de ti, tengo que planear la caída de Karsi y estar contigo.

Raquel: Yo también quiero estar contigo Gines, es lo que más deseo pero perderte ahora sería matarme un poco más.

Gines consigue acercarse a ella y abrazarla mientras ella hunde la cabeza en el hueco de su cuello, no quieren perderse ahora que se acaban que se acaban de encontrar, pero el tiempo les esta jugando malas pasadas.

Raquel: Que vamos a hacer, cariño.

Gines: Disfrutar del tiempo Raquel, quizá…no se quizá consiga algo destruyendo a Karsi.

Raquel: No quiero perderte otra vez.

Gines la abraza fuerte contra él intentando darles alguna esperanza de futuro, pero sabe bien lo difícil que es eso y por eso funde sus labios con los de ella.

Raquel lo recibe con ansia y poco a poco caen en la cama envueltos en la seda y sus caricias.

Sus ropas caen lentamente entre besos y caricias y sus manos se exploran recordando y grabando cada movimiento en su piel.

Cuando por fin se encuentran entre dulces movimientos sus ojos se miran, reflejando el placer que le dan a la otra persona y sus sonrisas les hacen ver lo que no quieren dejar escapar.

Gines: Te amo, Raquel.

Y entonces Raquel sabe que decir justo cuando su limite llega a lo más alto y lo abraza contra ella dejándole un tierno beso en sus labios.

Raquel: Yo también te amo, Gines.

Gines sonríe y descansa a su lado abrazándola fuertemente, sabe que tiene poco tiempo pero por el momento…solo por el momento quiere tenerla junto a él.

No lejos de allí, Karsi observa a Gines y Raquel dormidos en su cama con una pequeña sonrisa traviesa jugando en sus labios mientras entra en el cuarto sin ser oído ni visto.

Karsi: A ver que haces ahora, Caballero.

Justo en ese momento, extiende unos polvos sobre Raquel y se marcha mientras su risa es oída por los pájaros que huyen asustados.

Cuando Gines despierta, enseguida nota un peligro y un cuerpo ardiendo a su lado, es entonces cuando su mundo cae en pedazos.

Gines: ¿Mi amor?

Raquel yace en la cama, ardiendo de fiebre y con unos temblores terribles, Gines al verla, la abraza e intenta despertarla sin éxito, entonces lo ve, la marca de Karsi en su brazo.

Gines: Te vas a poner bien amor, te salvare.

Y Karsi se las va a pagar, aquí o en el mismísimo infierno…

lunes, 10 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 12

Capitulo 12

Como en la última hora, Raquel pasea por la casa por la casa de Gines, los recuerdos leves de la noche que le mostro quien era de verdad e hicieron el amor o los días en los que tenía que trabajar con él y la invitaba a cenar.

Pero su peor dolor viene cuando se da cuenta de que Gines siempre ha estado presente en su vida y ahora que no esta…ya no sabe como seguir adelante.

Raquel: Lo siento tanto, Gines.

Todo sobre Gines la atormenta, sus caricias, sus besos, todo lo que podía haber sido y no fue…todo.

Raquel: Dios…

Sus lágrimas la ahogan mientras estrecha contra ella el medallón de Gines y se hunde en la cama intentando impregnarse de su olor.

Pero lo que no sabe, es que no muy lejos de ella, Gines la observa entristecido mientras se sienta en la cama e intenta acariciarle el pelo.

Gines: No llores mi amor, por favor.

Imponencia recorre su cuerpo al no poder abrazarla y llenarla de besos como él quiere, ni siquiera puede, hablarle.

Raquel: Debí decirte que te quería Gines, debí…debí hacer tanto.

Gines: Raquel por favor, olvídame y se feliz, por favor.

Gines la mira con rabia mientras llora y se pregunta porque los destinos les han hecho esta crueldad.

Gines: Malditos seais destinos, por separarme de la única mujer que amo, daría lo que fuera por estar solo un día más con ella.

Karsi: ¿Lo que fuera?

Detrás de él con una malévola sonrisa, Karsi espera su respuesta preparado para extender su malévolo plan.

Gines: Que quieres Karsi, estoy muerto y tu libre.

Karsi: Un trato…te doy un día más con ella a cambio de…

Gines: ¿De?

Karsi: A cambio de tu alma.

Gines le mira sorprendido y mira a Raquel dormida entre lágrimas, su cabeza le pide que no lo haga, que la deje vivir en paz, pero su corazón es más fuerte que él y termina dejándose llevar por el amor que siente.

Gines: Esta bien Karsi, te dare mi alma a cambio de un día con Raquel.

Karsi sonríe y le hace firmar el contrato antes de usar sus poderes sumiendo a Raquel en un profundo sueño.

Gines: ¿Qué haces?

Karsi: Te revivo…24 horas, Gines.

Raquel despierta, rato después y se siente fortalecida y rodeada por unos brazos que la estrechan, fuerte y dulcemente, justo como los de Gines.

Gines: Despierta mi amor…

Raquel cierra los ojos duramente mientras intenta despertar del sueño que esta teniendo y abre los ojos esperando ver la cama vacía, pero…

Gines: Raquel, estoy aquí.

Raquel: Dime que no es un sueño o nada raro por favor.

Gines sonríe y la besa en los labios tiernamente mostrándole que no es un espejismo cualquiera y que esta de verdad con ella, de nuevo.

Ahora si que tiene mucho que contarle…

sábado, 8 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 11

Capitulo 11

Una semana después, Raquel va a trabajar como todos los días, parte de ella desea ver a Gines y la otra…desea huir de él a toda costa.

Pero como en toda la semana, Gines no aparece, ni rastro de él en las oficinas ni en su móvil y esta empezando a pensar que le ha pasado algo.

Hasta que un día, cuando todos se han marchado de las oficinas, ella se queda sola, como siempre esperando alguna noticia de él.

Nico: Raquel, vete a casa.

Raquel levanta la mirada para ver a Nicolae, el amigo de Gines y se siente aliviada de saber que por lo menos sabrá como esta.

Raquel: Espero a Gines.

Nico: Gines no vendrá.

Raquel: Pues me parece fatal, esta es su empresa debería estar aquí dirigiéndola.

Lo que en realidad quería decir era “debería estar aquí, para que pudiera verlo” pero no se atreve a confesarlo y continua con su mascara de hielo.

Nico: Raquel…solo estoy aquí para darte esto.

Raquel mira como Nicolae deja en su mesa, el traje de Gines, su antifaz, varias joyas, dinero, la escritura de casas y la empresa y su colgante, él único por el que alguna vez han discutido.

Raquel: ¿Por qué me das todo esto? Intento olvidar a Gines pero parece que vosotros caballeros no os dais cuenta de eso.

Nico: Raquel…

Raquel: No, puedes devolvérselo y decirle que me deje en paz de una vez.

Nicolae la mira y con leve movimiento recoge las cosas colocándolas de nuevo en el baúl.

Nico: Antes de irme…Raquel, tu nuevo jefe vendrá mañana a primera hora.

Esas palabras la dejan paralizada mientras ve como Nicolae empieza a marcharse.

Raquel: ¿Qué quieres decir?

Nicolae continúa su camino hasta que ella aparece delante de él y lo mira desafiante queriendo saber la verdad.

Nico: Coge las cosas de Gines, Raquel, fue su último deseo junto con estas palabras.

Nicolae coloca su mano sobre la frente de Raquel y le transmite las últimas palabras de Gines.

Flashback

Una vez las flechas lo atravesaron, Gines Jenkins yacía en el suelo del túnel sostenido solamente por su amigo, Nicolae.

Nico: Gines…lo siento mucho, amigo.

Gines: No te preocupes…sabía que…esto iba a pasar, pero estoy bien.

Nico: Cuidare todo lo tuyo por ti.

Gines: Gracias…

Durante unos segundos, Nicolae lo ve luchar por su vida, hasta que justo antes de apagarse su luz susurra.

Gines: Te amo…Raquel.

Fin Flashback

Nicolae quita su mano para mirar a Raquel, confundida y puede sentir su enorme dolor en el pecho mientras arrastra las pertenencias de Gines a ella, por fin lo vio, aunque demasiado tarde.

viernes, 7 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 10

Capitulo 10

Robert ha pasado mucho tiempo buscando a Karsi las últimas horas para saber el lugar donde se esconden los sabios Caballeros y mostrarles lo que Gines ha hecho.

Y por fin lo encuentra, dominando sus demonios y sonriente por la última noticia sobre Los Caballeros.

Robert: Tengo que darles esto, al consejo de sabios de Gines.

Karsi: ¿Qué es?

Robert le enseña la grabación de Raquel y Gines donde le cuenta su verdadera identidad y Karsi sonríe complacido, ese guerrero acaba de condenarse a muerte.

Karsi: Te concertare una cita con ellos Robert, buen trabajo.

Robert sonríe complacido y se marcha a casa, dentro de poco él disfrutara de las caricias de Raquel, él y nadie más.

Entretanto Raquel despierta un rato más tarde otra vez sobre el cuerpo de Gines y le se dedica a mirar uno a uno todos los rasgos que no había visto antes.

Nadie lo ha notado, pero tiene una pequeña cicatriz en la oreja, supone de una pelea y también tiene algún moratón por el cuerpo pero realmente es perfecto para ella, valiente, cariñoso y pasional.

Vivir con él sería una aventura y su peor miedo es que un día no vuelva con ella a casa ¿Qué pasaría si tuvieran hijos? ¿Qué pasaría si él…?

Demasiados que pasaría para una relación y con el corazón pesado se viste lentamente mientras deja sus lágrimas caer con libertad…ella y Gines no pueden estar juntos, no puede dejar a su corazón pasar por tal miedo.

Raquel: Lo siento, Gines…

Con una última mirada se marcha, sea lo que sea, ella no puede estar con él.

Caballero: Lo que Gines ha hecho a sido una falta demasiado grave.

Caballero 2: Será castigado, Nicolae, tráelo aquí.

Con la vista cabizbaja y odiando las normas, Nicolae asiente yendo a por su amigo…no se puede creer que todo esto sea para nada.

Gines despierta en su casa solo y se da cuenta de que su dama ya ha elegido un destino, sin él…con el corazón dolido todavía puede notar el olor de su perfume vagando por su cuerpo y su risa llenar la habitación.

Se viste lentamente y se toma su tiempo quitándose todo rastro de ella, tendrá que verla en el trabajo pero bueno…eso lo podrá llevar.

Nicolae: Gines…

Gines mira a su amigo a los ojos y ya sabe que es lo que va a pasar, les descubrieron por lo que su sentencia esta sellada.

Gines: Antes de irnos… ¿puedo pedirte algo?

Nicolae: Si, claro lo que sea hermano.

Gines: Dale esto con mis pertenencias a mi dama.

Nicolae lo mira mientras Gines se quita el único recuerdo de su infancia y dinastía…el collar de la rosa.

Gines: Vamonos.

Nicolae: ¿Estas seguro?

Gines: Sin ella…prefiero no vivir, Nico.

Nicolae: Te echare de menos amigo.

Gines: Y yo a ti, hermano…dile que la amo, por favor.

Nicolae asiente débilmente y se lleva a su amigo para que sea juzgado…esta vez no hay vuelta atrás.

jueves, 6 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 9

Capitulo 9

Cuando los primeros rayos de la mañana entran por la ventana de la habitación de Gines, el joven despierta extrañado al sentir un peso adicional a su cuerpo hasta que mira para saber que es y encuentra a su dulce Raquel tendida sobre él y con una apariencia tranquila y relajada.

Gines la observa sonriente aun sin poderse creer que por fin la tenga para él, después de tanto tiempo soñándola y persiguiéndola y…por fin.

Entonces Raquel despierta y le mira a los ojos con una pequeña sonrisa que le roba el aliento.

Raquel: Buenos días…

Gines: Buenos días, Raquel.

Raquel sonríe y finalmente estalla en una carcajada mientras le deja un beso en los labios y se acomoda con él en la cama.

Raquel: ¿No te parece increíble?

Gines: Mucho, se supone que me odiabas.

Raquel se ríe mientras juega con los dedos sobre su pecho y le acaricia con su barbilla.

Raquel: No te odio pero reconócelo, te ligabas a todas.

Gines: Era para ponerte celosa.

Raquel: Pues lo conseguías.

Gines sonríe besándola y acaricia su brazo ausente mientras ella le mira, enamorada y feliz tanto como él.

Gines: Oye…sabes que estar con un Caballero de La Rosa tiene sus problemas ¿verdad?

Raquel: Me lo imagino…pero me conformo con que vuelvas conmigo.

Gines la mira algo serio, debe contarles su unión antes de que los descubran o él morirá.

Gines: Raquel, Los Caballeros tenemos un código por el cual nada más nacer se nos elige una mujer para pasar el resto de nuestra vida con ella…si esa mujer acepta, nos casamos por el rito de La Rosa y vivimos juntos, si no…la mujer podrá vivir con otro hombre pero el caballero no.

Raquel: ¿Quieres decir que si me negara…?

Gines: Viviría sin otra mujer el resto de mi existencia.

Raquel lo mira sorprendida mientras asimila las nuevas noticias y toma consciencia de lo que significa ser la mujer de un Caballero.

Gines: No quiero presionarte amor, es más no lo haré, tienes tres semanas para decidir y prometo que solo te amare en ese tiempo.

Raquel: Pero Gines, estamos unidos…es decir, hemos hecho el amor.

Gines: Tenemos que hacerlo frente a los sabios Caballeros, como una boda…pero tendría que ser rápido.

Raquel: ¿Por qué?

Gines: Porque…esta prohibido contarles a nuestras damas nuestra verdadera identidad antes de casarnos con ellas si lo descubren los caballeros pues..nos castigan.

Raquel levanta su mirada hacia sus ojos sorprendida y Gines para calmarla le deja una caricia por su cintura.

Raquel: Pero yo lo se…y no estamos unidos.

Gines: No te preocupes…tomate tu tiempo para decidir.

Raquel se abraza a su cuerpo algo asustada, él ya le ha confesado que la ama y se siente tan feliz que no puede perder todo eso por unas reglas…

Pero ¿de verdad quiere meterse en esos peligros?

miércoles, 5 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 8

Capitulo 8

Gines deja pasar a Raquel a su casa una vez llegan, su plan de seducción y conquista esta en marcha y solo le falta aclarar un detalle para tenerla como tanto quiere.

Gines: Ven al cuarto Raquel.

Raquel: Para que…no irás a violarme.

Gines: ¿Qué? No ven, de verdad que no te hare daño.

Algo preocupada, Raquel termina aceptando y Gines la lleva a su cuarto donde tranquilamente la sienta en la cama y la mira justo delante de ella.

Gines: Voy a vestirme, delante tuya, en el caballero y cuando me veas, sabrás que soy yo.

Raquel no se toma demasiado en serio su palabra hasta que lo ve quitarse la chaqueta lentamente, entonces, como poseída y avergonzada empieza a ver como se desviste lentamente.

La camisa vuela hasta ella mientras mira como sus musculados brazos se mueven para quitarse el pantalón…con deseo imagina ser ella quien hace eso mientras traza suaves besos sobre su torso desnudo.

Gines sonríe, su mirada lo lleva al límite y tiene que retomar sus fuerzas para no hacerle el amor en ese momento y continua desvistiéndose, hasta quedar totalmente desnudo.

Raquel lo mira, fuego estalla en su interior mientras ve como solo se coloca el antifaz para que pueda mirar sus ojos, al hacerlo, sabe que es él, su caballero.

Entonces se levanta lentamente llega hasta él y acaricia su torso dejando un beso sobre su pecho y mirando sus ojos.

Raquel: Hazme el amor, Gines.

Gines cierra los ojos ante la ola de placer de su manos sobre su cuerpo y besa sus labios provocándolos lentamente cuando su lengua roza la de ella, invitándola a su dulzura.

Raquel sonríe, por fin sabe quien es su caballero y es el mismo hombre con el que tantas noches soñaba haciéndole esto.

Poco a poco, su mano baja hasta tocar la curvatura de su fuerza que acaricia lentamente dejando a su amante sin habla.

Gines: Eres genial.

Gines besa la fina piel de su cuello mientras baja lentamente la cremallera de su vestido, recorriendo su dulce espalda poco a poco y dejando caer el vestido lejos de ellos.

Raquel sonríe mientras lo lleva a la cama y lo sienta en ella entre besos y caricias dejando pequeños lametones por todo su cuerpo.

Gines: Raquel…

Raquel: Solo disfruta…

Gines cierra los ojos mientras ella lo toma en su boca, extasiado por sus delicados movimientos acaricia su pelo lentamente y disfrutando de esa sensación tan impresionante.

Raquel sonríe cuando le deja libre y termina, para deleite de Gines, de quitarse la ropa interior, subiendo sobre él y besando sus labios mientras se preparan para recibirse uno al otro.

Y Gines entra en ella lentamente, disfrutando de la sensación, esta vez sin prisa, con cariño, le muestra todo lo que siente por ella en cada pequeño movimiento, beso o caricia y se envuelve en sus leves jadeos que lo llenan por completo.

Raquel se siente cada vez más al limite con la dulzura que se dan y entre besos, Gines le repite aquellas palabras que ella tanto adora, justo cuando llegan al final de su mágica noche.

Gines: Te amo, Raquel.

El Caballero de la Rosa: Capitulo 7

Capitulo 7

Gines queda totalmente prendado de ella con solo mirar como se ha vestido para su cita.

Gines: Estas…guapísima.

Raquel le mira levemente sonrojada, sonriendo sin saber porque y por primera vez repara en su cuerpo que ve por la camisa medio abierta que lleva, sin querer siente ganas de posar sus labios sobre esa tersa piel y se muerde el labio pensando como será el resto de él.

Raquel: Gracias, tu también estas muy guapo.

Gines sonríe y le da la mano para llevarla al coche, donde como un caballero, le abre la puerta y le ayuda entrar, haciéndola sentir una princesa.

Gines: Ya verás, elegí el mejor sitio para cenar.

Raquel: Parece que quieras conquistarme de verdad.

Gines: Es justo lo que deseo.

Raquel se sonroja esta vez, furiosamente, al ver que las intenciones de Gines son serias y no sabe porque no deja de pensar que su caballero y él pueden ser la misma persona.

Cuando llegan al restaurante, Raquel puede observar la elegancia del lugar, algo a lo que ella no esta acostumbrada y mira la sonrisa satisfecha de Gines, una que cada vez le recuerda más al caballero.

Gines: Y dime Raquel, ¿Qué tiene el famoso caballero?

Raquel lo mira sorprendida de estar hablando con él, realmente es como si Gines conociera al caballero o fuera él mismo.

Raquel: Es…es pasional, fuerte, tiene una mirada penetrante…muy parecida a la tuya.

Gines: ¿A si? Quien sabe podría ser yo.

Raquel: Gines, deja de jugar…tu sabes más de lo que dices.

Gines sonríe complacido, siempre supo que ella sabría la verdad en cualquier momento, normalmente Los Caballeros de La Rosa tienen prohibida, bajo pena de muerte, contar la verdad sobre su linaje antes de que la unión con sus damas sea completa…pero esta vez, estando ellos dos solos ¿Qué problema puede haber?

Gines: Raquel te voy a contar un secreto.

Raquel asiente mientras nota sus labios sobre su oído y tiembla de placer al escuchar su respiración tan pegada a ella.

Gines: Yo soy el Caballero que tanto anhelas.

Raquel aparta bruscamente la cara de él y lo mira atentamente, intentando averiguar si lo dice es verdad o mentira.

Gines: ¿Quieres que te lo demuestre?

Raquel: Sería una gran prueba.

Gines se ríe y se marchan de allí a casa de él, esta dispuesto a todo por ella, incluso a romper las reglas de su familia.

Pero lo que no sabe, es que alguien ha grabado todo eso y puede usarlo en su contra.

Robert: ¿Lo has hecho?

Camarero: Si, señor.

Robert: Bien, largo.

El chico se marcha dejando a Robert con la grabación de la velada.

Robert: Así que…Caballero eh? Seguro que a tu hermandad le encanta.

Riéndose se marcha de allí, ahora solo debe encontrar el camino para ver a Los Caballeros de La Rosa y Gines desaparecerá de su vida para siempre, devolviéndole a Raquel.

martes, 4 de mayo de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 6

Capitulo 6

Cuando Gines llega a su despacho la mañana siguiente, lo hace con una sonrisa indescriptible, según Raquel, en su cara.

Raquel: ¿Y esa felicidad?

Gines: No se, me levante así.

Raquel: Ya…

Gines le da un beso en la mejilla antes de seguir con su camino, dejándola totalmente estupefacta y sonrojada.

Entre tanto, Robert Nachetouski observa en su lexus rojo como Gines poco a poco se va haciendo con lo que cree, es suyo.

Robert: No lo permitiré, Gines.

Dentro de la oficina, Gines sabe que lo observan y sabe quien es pero decide no darle importancia mientras observa como su empresa a superado por tercera vez a la de Robert.

Nicolae: Eres todo un genio amigo.

Gines: Bueno…mi gente hace todo el trabajo.

Nicolae: Y tú una gran dirección.

Gines sonríe mientras su amigo se sienta y le enseña los balances del último més, sorprendentes.

Nicolae: No podrá con nosotros.

Gines: Esta fuera, observando.

Nicolae: Me lo imagino, pero tu estas feliz por algo más que esto.

Gines lo mira y sonríe ampliamente dándole a su amigo todas las repuestas a sus preguntas.

Nicolae: Vaya…

Gines: Si, queda poco para conquistarla.

Nicolae: ¿Qué queda?

Gines: Voy a invitarla a salir.

Nicolae sonríe mientras Gines llama a Raquel por el teléfono y se despide de su amigo cuando la joven llega.

Raquel: Gines dime.

Gines: Te invito a cenar esta noche.

Raquel lo mira aún sin entender el nuevo interés por ella y empieza a pensar en su fama de chico de una noche…

Raquel: Mira Gines…no soy una…

Gines: Shht no es eso.

Raquel: ¿Entonces?

Gines: Raquel, déjame enseñarte que no soy así, que…que puedo darte lo que necesitas.

Raquel lo mira incapaz de negarse, sus ojos…le recuerdan tanto a los de su caballero.

Raquel: Gines, ya estoy enamorada.

Gines: Solo…déjame intentarlo.

Aún sin estar convencida, Raquel acepta sin saber si volverá a ver a su caballero o no y Gines planea decirle toda la verdad ese mismo día.

Mientras no muy lejos de allí, Robert planea su propia venganza cuando descubre la verdadera identidad del caballero, gracias a Karsi.

Robert: Ve diciendo adiós, Gines Jenkins…o mejor dicho Caballero de la Rosa.

Y es que hasta los grandes héroes, tienen oscuros enemigos…

El Caballero de la Rosa: Capitulo 5

Capitulo 5

Esa misma noche, en el castillo que esta al pie de la ciudad, el Mont-Fant LaRose, los caballeros de la rosa se reúnen para sus labores antes de patrullar la ciudad.

Nicolae: Pues bien, parece que esta decidido Gines.

Gines: Si…Karsi no se dejara vencer tan fácil y creo que es la mejor solución.

Erzo: Pero Gines, tampoco sabemos cuanto viviras si no conquistas a tu dama a tiempo y eres el único que puede vencer a Karsi.

Gines lo mira seriamente, Karsi siempre a sido un mitad-demonio mitad-persona que atormenta a los humanos quitándoles las vidas sin piedad, solo la estirpe de la familia Jenkins a podido pararlo alguna vez.

Gines: No te preocupes por eso, Erzo…Karsi no sobrevivirá.

Las palabras de Gines calman a los caballeros pero Nicolae lo conoce mejor que nadie y sabe cuando miente y cuando no.

Después de un rato de duras charlas, Gines sale a dar su paseo nocturno…cuando se le ocurre la idea de visitar a la dama de sus sueños.

Raquel descansa en su cuarto mientras observa la noche por la ventana como si las estrellas fueran a traerle de vuelta al guerrero que casi sin conocer anhela.

Caballero: Raquel…

Entonces lo escucha, un murmullo que la hace temblar y mira a su caballero parado frente a ella, con solo sus verdes ojos a la vista e hipnotizándola de nuevo.

Raquel: Caballero…¿Qué haces aquí?

Caballero: Quería verte.

El caballero se acerca a ella, estrechándola entre sus brazos y mezcla sus labios con los de ella en un beso tranquilo…

Raquel siente el deseo correr por ella e intenta descubrir su cara ahora que su duro casco cambio a un simple antifaz pero él no la deja verle, solo dedica su tiempo a dejar su lengua recorrer cada tramo de su cuello.

El caballero abre lentamente su bata, dejando ver su perfecto cuerpo y se quita sus guantes explorando cada parte de ella lentamente.

Caballero: Te deseo, Raquel.

Raquel cierra sus ojos asintiendo casi inconscientemente mientras él le quita la camiseta dejando ver sus deseados pechos.

El caballero baja hasta ellos, tomando uno en su boca y otro en su mano, provocando los leves gruñidos de la persona que desea mientras ella baja la mano a su entrepierna.

Las delicadas manos de la joven consiguen desatar a la fuerza en él mientras lo acaricia lentamente y él, a su vez, la atormenta con su boca.

Raquel: Quiero tenerte dentro de mi, caballero.

El caballero sube a sus labios y los besa tiernamente, un beso que le recuerda a los de Gines por su fuerza y delicadeza.

Entonces ve como la sube a él al mismo tiempo que la penetra y siente mil convulsiones dentro de ella.

El caballero la saborea lentamente, poco a poco toma la dulzura de su interior entre besos y gruñidos de pasión, los golpes entre ellos, suaves y poderosos les lleva poco a poco al final de esa locura.

Caballero: Te amo, Raquel.

Así termina su sueño, Raquel sonriente y completa, queda rápidamente dormida mientras el caballero la deja en su cama y con un último beso se marcha…

A la mañana siguiente Raquel despierta con una extraña sensación…hacer el amor con el caballero fue…como hacer el amor con Gines.