Buscar este blog

domingo, 31 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 9

Capitulo 9

Gyn se sienta en su rincón favorito de la playa, necesita pensar y se ríe amargamente pensando en la de años que hace que no se sentía dolido por ninguna mujer ¿se habrá enamorado?

Amor…esa palabra lo persigue desde hace días, pero Gyn Sawyer no se enamora o eso creen todos.

Rachel baja las escaleras de la casa y lo sigue hasta la playa, cuando llega solo tiene fuerzas para tapar sus ojos y apoyarse en su espalda.

Rachel: Quería que pasara Gyn, quería entregarme a ti.

Gyn: No debiste hacerlo.

Rachel: Lo se, pero quería hacerlo.

Gyn: ¿Por qué?

Esa pregunta lleva en su garganta tanto tiempo…buscando una respuesta, algo para odiarla, lo que sea.

Rachel: No lo se, Gyn te necesitaba.

Gyn: Claro…

Todas lo necesitan, siempre, se conoce demasiado bien esa excusa pero ahora le duele mucho más viniendo de ella.

Rachel: Necesitaba que tuvieras algo de mi cuando te fueras, necesitaba…darte esto Gyn, no era solo sexo.

Gyn suspira y se levanta de la arena apartando el cuerpo de ella de su espalda.

Gyn: Rachel me he sentido mal, usado por ti, porque solo querías esto y…ni siquiera se que siento solo me gustaría odiarte por hacerme pensar en ti más de lo que querría y no…no hacia falta que me usaras para acordarme de ti, ya te llevaba en la memoria.

Rachel no retiene sus lágrimas mientras ve como se marcha a su moto, no quiere, ni puede dejar que esto acabe así.

Rachel: Gyn espera…

Gyn no le hace caso mientras se pone el casco y se monta en su moto para alejarse de ella todo lo que pueda.

Rachel: Esto no acaba aquí Gyn Sawyer.

Sus palabras se las lleva el viento mientras él se marcha en su moto y con lágrimas resbalando de sus ojos se marcha a la cama donde minutos antes le había dado todo de ella para pasar la noche más larga de su vida.

Días después, Gyn revisa sus armas en casa sabiendo que ya se han ido todos, incluida Rachel, lo que le hace daño sin saber porque.

Sube a su cuarto encontrando el camisón que llevo la noche que ella le hizo el amor y lo coge entre sus manos apretándolo con impotencia antes de guardarlo en su bolsillo interior, necesitando llevar algo de ella con él.

Después baja a su garaje donde tiene las armas y ve todo revuelto, lo que pone sus sentidos alerta.

Gyn: Quien anda ahí…

Revisa cuidadosamente la zona y no encuentra nadie hasta que sus ojos se fijan en el arma que no esta en su lugar y esta…activada.

Gyn: Santa mierda…

Rápidamente coge su móvil y marca el número de Rizzo que se encuentra en la pequeña casa de montaña con Rachel y Caroline.

Gyn: Rizzo, estoy muerto.

Rizzo: ¿Qué?

Gyn: Han cogido la bomba de gran alcance Riz y esta activada.

Rizzo: Joder…Gyn sal de ahí, ahora.

Gyn corre todo lo que puede sabiendo que nada de lo que haga lo va a salvar.

De repente un gran estruendo le ensordece los oídos y una gran humareda lo envuelven mientras la onda expansiva lo lanza lejos de allí, dejándolo sin sentido…

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 8

Capitulo 8

Esa misma noche, Gyn se dispone a irse el cuarto ya que Rachel le ofreció dormir ella en el sofá.

Cuando llega a la puerta, ve su mayor deseo y peor pesadilla frente a él, Rachel, en un camisón transparente que le deja ver varios de sus atributos y lo tortura sin cesar.

Rachel: Hola…

Ella había pensado un plan, lo tenía todo listo y justo en el minuto que sus ojos se clavan en ella se le olvida todo, su mirada de deseo la nubla de una manera que ningún hombre ha conseguido antes.

Gyn: ¿Qué haces aquí?

Sinceramente no quería sonar brusco, pero necesita que salga de ahí, se niega en rotundo a tener una noche más de pasión y mañana lo tire como si fuera un trapo.

Rachel: Revisaba la maleta…pero ya me voy.

Gyn asiente antes de entrar, justo al mismo tiempo que ella sale y se chocan provocando que sus cuerpos ardan como fuego.

Rachel ya no es capaz de controlarse mientras él se acerca para intentar dejar libre la puerta, ella se acerca a él y lentamente le quita la camiseta solo para poder tocar sus suaves músculos y morir de placer.

Gyn cierra los ojos ante el placer inhumano que le embarga, no puede ni siquiera resistirse a sus magnificas manos en su cuerpo.

Rachel aprovecha para pegar su cuerpo al de él y desabrochar sus pantalones, lo tiene decidido, quiere hacer el amor con él aunque solo sea una vez.

Gyn: No…no hagas eso…

Rachel: Déjame a mi, Gyn…

Gyn intenta resistirse a su toque pero no consigue hacer lo que su cabeza le pide a gritos que haga, que pare esta locura.

Rachel besa su cuerpo lentamente mientras baja sus pantalones y sin ninguna vergüenza apoya sus manos en su trasero haciendo que el tiemble de placer.

Poco a poco consigue llevarlo a la cama y es cuando se quita el camisón, mostrando su cuerpo ante él.

Gyn: Oh Dios…

Su cuerpo es lo mejor que vio jamás, desea tocarlo y besarlo toda la noche, pero sabe que no puede, nadie puede quererlo a él.

Rachel termina de quitar la ropa interior de los dos y le pone cuidadosamente un preservativo sin dejar sus ojos, ansia por tenerlo dentro de ella.

Gyn la mira, sabiendo que es un error pero sin fuerzas para resistirse a ella.

Rachel lo introduce en ella mientras se mueve cuidadosamente y le deja pequeños besos mientras ve como sucumbe al placer que ella le da.

Gyn comprende para que lo quiere, solo es un juguete como lo ha sido para todas las demás solo que en este caso, si le importa.

Y poco a poco llegan al climax con un pequeño beso y siempre mirándose a los ojos, viendo el placer que han dado a la otra persona.

Gyn suspira, no sabe porque este le importa tanto y se marcha de allí, buscando paz para pensar y olvidar que para ella solo ha sido una noche de sexo y nada más…

Mientras Rachel lo mira irse desde la cama, ella hubiese querido que la abrazara y durmieran así…pero sabe que Gyn no es un hombre así, él nunca ha querido a nadie ¿Por qué lo haría ahora?

sábado, 30 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 7

Capitulo 7

Rachel se marcha a la playa intentando que el rechazo de Gyn no le duela tanto como lo hace.

Le duele mucho, todo, necesita pensar, salir de ahí, buscar otra solución, alejarse de todo el dolor.

Gyn corre por la playa cuando la ve, sentada en la arena y la ve tan frágil que algo se mueve dentro de él y se acerca a ella.

Rachel lo ve y rápidamente se seca las lágrimas, no quiere que la vea frágil, no él.

Gyn se tumba a su lado y sin mediar palabra la abraza mientras ella no puede evitar descargar su frustración por todo escondida en la seguridad de su pecho.

Gyn: Tranquila…

Rachel: Él lo destrozo todo, todo…

Gyn: Lo matare, te lo prometo.

Rachel: Lo he perdido todo…por su culpa.

Gyn besa su cabeza, jurando venganza a Hullat por hacerla sufrir la acuna en sus brazos, sintiéndose distinto.

Gyn: Podrás irte con tus amigos Rachel.

Rachel se acurruca en su regazo, sintiéndose especial entre sus fuertes brazos.

Gyn: Al final seré buena persona por ti.

Rachel: Ha sido bonito.

Gyn se asusta, las cosas que le hace sentir, no es normal y no puede permitírselo, él no.

Gyn: Bueno quería hablarte de algo.

Rachel: Dime…

Gyn: Te voy a trasladar con Rizzo y Caroline, a una casa en la montaña.

Rachel: No me voy a ir sin ellos…sin ti.

Gyn: Lo siento Rachel, yo no puedo ir.

Rachel le mira a los ojos, quiere que vaya con ellos pero sabe que no lo hará.

Rachel: Quiero que vengas.

Gyn: No Rachel, yo no soy lo que buscas.

Rachel: Entonces vete, solo sabes matar.

Ese simple comentario le hace más daño de lo que debería y se levanta algo molesto pero no con ella si no porque sus palabras son la verdad más grande que le han dicho.

Rachel: Gyn…

Se levanta para marcharse, tiene que alejarse de ella o se hará daño, todas la mujeres que ha conocido son así, todas lo terminan destrozando.

Gyn: Tus billetes los tiene Caroline.

Rachel: Gyn espera…

Gyn no se detiene y camina lentamente haciendo que Rachel le siga rápidamente y lo gire de un golpe atrapando sus labios con los de él en un beso deseado por ambos.

Sus labios conectan como fuego y las manos de Rachel se enredan en su corto pelo mientras las de él agarran su cintura y sus lenguas pelean por el dulce encuentro.

Gyn: Rachel…

Rachel: Me estas volviendo loca.

Gyn: Esto…esto no…

Rachel vuelve a besarlo sin importarle nada más que él y quedan apoyados en un árbol mientras sus bocas se desean y luchan en una guerra donde los dos están gustosos de sucumbir al otro.

Duran así varios minutos, Gyn acaba tomando el control demostrándole como sabe besar a una mujer mientras atrapa su labio inferior al final de su beso.

Rachel: Te voy a esperar lo que haga falta…

Gyn le da un pequeño beso antes de marcharse de allí, su mente solo piensa que ahora, aunque no quiera, ella lo domina y solo espera que no le haga daño.

Mientras Rachel lo ve marcharse con una pequeña esperanza y se va a hacer su maleta, mañana se van a esa casa a esperarlo el tiempo que sea necesario.

viernes, 29 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 6

Capitulo 6

Gyn llega a su garaje, donde tiene todas las armas que necesita para acabar con Hullat.

Rizzo aparece a su lado, después de tantos años todavía le cuesta creer que su amigo se te arriesgando tanto por algo que no le traerá beneficio.

Rizzo: Los tendremos aquí dentro de poco Gyn, Hullat sabe donde estamos.

Gyn: Lo estaré esperando.

Rizzo: ¿Qué harás cuando acabemos esto?

Gyn: No se, me iré a otro lugar.

Rizzo: Siempre te puedes venir conmigo a Rio de Janerio, allí hay mucho de lo que te gusta.

Y le molesta, mucho, porque ahora cada vez que se imagina con una mujer, se imagina con Rachel y odia sentirse dependiente de nadie.

Gyn: No gracias, tengo otras cosas que hacer.

Rizzo: Ya…¿Puedo pedirte algo?

Gyn lo mira esperando a su petición, aunque ya se imagina lo que va a pedirle, lo mismo que le han pedido todos los que alguna vez lo han apreciado.

Gyn: Dime…

Rizzo: Acaba con Hullat y deja esto Gyn.

Gyn: Lo siento Rizzo, pero sabes que esto es mi vida.

Rizzo: También fue mi vida Gyn y estas mejor libre, créeme.

Rizzo le da un pequeño golpe en el hombro antes de salir y dejar a Gyn con sus pensamientos.

Gyn: Tú tienes algo por lo que luchar…

Un pequeño susurro que desvela todos sus miedos, estar solo, pero sabe que no tiene otra opción, todo su mundo es esto y nadie lo va a salvar…a él no…

Rato después, Rachel decide preparar una pequeña merienda para los cuatro aunque sabe de sobra que Rizzo y Caroline no van a venir, cosa que le alegra interiormente.

Gyn aparece después de una relajante ducha y la observa mientras prepara la cena…su cuerpo moviéndose lo esta volviendo loco.

Rachel: Hola…

Gyn: Hola.

No lo ve, pero ha sabido donde esta por su fragancia masculina que la envuelve y calienta en pocos segundos.

Rachel: ¿Café?

Gyn: Si.

Rachel se gira mirándolo por fin, él no lleva camiseta por lo que puede ver su esculpido cuerpo marcado con unas pocas cicatrices de guerra que lo hacen realmente sexy, pero lo que más le atrapa es su mirada, sus ojos verdes…

Gyn la mira, el calor hace que su ropa sea mucho más corta y deje ver más de su cuerpo que tanto anhela interiormente.

Gyn: ¿Qué celebras?

Rachel: Que seguimos vivos.

Gyn: Eso es para celebrar.

Rachel sonríe mientras comen tranquilamente, cada vez le gusta más, su cuerpo lo desea como nunca ha deseado a ningún hombre.

Rachel: ¿Duermes bien en el sofá?

Gyn: He dormido en sitios peores.

Rachel: Hoy cambiamos turnos, tu cama y yo sofá.

Gyn: Como quieras…

Rachel recoge los vasos y los friega mientras intenta pensar en algo para poder tenerlo cerca de ella antes de que cometa alguna locura.

Rachel: La cama es grande ¿sabes? No me importaría compartirla.

Gyn: Si duermo contigo, no podre resistirme ha hacerte el amor.

Rachel se muerde el labio mientras se sonroja, es lo que desea, que le haga el amor todo el día, sentir su cuerpo con el de ella…

Gyn: Pero mejor no…no quiero sobrepasar la línea de la protección.

Sin decir nada más, sale a correr pensando en la estrategia para ir a por Hullat.

jueves, 28 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 5

Capitulo 5

Poco tiempo después llegan a una casa en las montañas, propiedad de Gyn, Rachel se baja afectada por todo y Gyn la sigue calmadamente y, aunque no quiera, preocupado.

Gyn: Relajate, tampoco es tan malo.

Rachel: La perjudico demasiado con esto.

Gyn: Yo no la veo muy mal.

Rachel: Pero yo si.

Gyn la observa detenidamente, tiene algo que un tipo como él jamás tendría, compasión por sus amigos.

Gyn: Entonces deja que te maten.

Rachel: Me podrías haber matado tú...

Gyn: Si, pero no lo hice.

Rachel: Solo quiero que acabe ya.

Gyn: Vivos para que sigáis con vuestra vida.

Rachel: ¿Y tu?

Gyn: Yo no tengo vida, seguiré como hasta ahora.

Se apena de escuchar eso, quiere darle algo más, aunque sea una vez, quiere darle paz a su alma.

Rachel: ¿Nunca pensaste en una vida mejor?

Gyn: No la necesite nunca.

Rachel: Yo tuve una, hace tiempo…

Gyn la mira, el tono de su voz, le hace sentir pena por lo que esta pasando sin tener la culpa.

Gyn: Lo mejor es no tener nada…evitas dolor.

Rachel: Es bonito cuando pasas por eso.

Gyn: No se lo que es, con buen sexo suelo conformarme.

Rachel suspira…no se merece solo sexo, se merece alguien que lo quiera…como ella podría estar dispuesta a hacerlo.

Rachel: ¿No tienes nada por lo que luchar?

Gyn: No, nada de nada.

Rachel: Eso es triste…

Lo es, más de lo que ella cree pero él lo perdió todo hace tanto tiempo que ni siquiera esta seguro de recordarlo.

Gyn: Es mi vida, no todos tenemos una feliz.

Rachel: Pareces buena persona.

Gyn: Ya…pues no lo soy.

Rachel: Yo creo que si.

Gyn: Si tu lo dices.

Gyn camina a casa aturdido por su conversación, jamás dependió de nadie y se fuerza a si mismo en no depender, sabe que si lo hace, estará muerto.

Mientras Rachel se queda pensando, tiene que haber alguna manera de romper su barrera y ella cree saber cual.

Caroline, que miraba atenta toda la conversación se acerca a su amiga con una pequeña sonrisa intentando entender que es lo que se supone que va a hacer ahora.

Rachel: Es imposible ese hombre…

Caroline: Y un capullo, maleducado, cabrón ¿quieres que siga?

Rachel: Me pone mucho.

Caroline: Rachel por favor ¿no hay tíos más simples en el mundo?

Rachel: Yo no soy simple.

Caroline: Ya lo se, por eso somos amigas.

Rachel sonríe y abraza a su amiga, gracias a ella sigue aún con vida.

Caroline: Y si te lias con Gyn, quiero una exclusiva.

Rachel se ríe y se despide de Caroline antes de subir a echarse una siesta que necesita mientras su cabeza no para de pensar en como atraer a Gyn a sus brazos.

martes, 26 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 4

Capitulo 4

Mientras ellos continúan charlando Gyn se viste y se prepara para acercarse a ellos de nuevo, con su dura mirada.

Gyn: Deberíais cerrar el pico antes de poneros a hablar de mi.

Rachel: Tranquilízate, cariño

Gyn: Pasa de mi.

Sin decir nada más sale de la casa, odia tener que estar aqui, odia esta vida y odia a esa maldita mujer.

En la casa, Rachel observa justo por donde se ha ido algo apenada, le gustaría que se llevarán bien por muy arisco que sea.

Horas después, Gyn camina por las calles de Alice Springs sabe que le estan siguiendo y se los lleva lo más lejos posible evitando así que localicen a Rachel, Caroline y Rizzo.

Los chicos del conocído magnate corrupto, Víctor Hullat, lo siguen por las calles hasta llegar a un callejón donde lo acorralan.

Gyn: Ahora que, todo esto me esta aburriendo más de lo normal.

Skar: El jefe te ordeno matarla Sawyer...

Gyn: Si bueno estaba en otras cosas.

Rachel camina por las calles por si por casualidad se cruza a Gyn y tiene tiempo para hablar con él, cuando de repente escucha ruidos y se esconde para ver a Gyn con los hombres de Hullat.

No logra escuchar lo que dicen pero rapidamente se marchan mientras Gyn mira su pistola, vuelve a casa corriendo y confundida, cuando se da cuenta de que han rodeado la casa.

Rachel: ¡Eh!

Los hombres se percatán de ella e intentan atacarla, ella se defiende como puede pero es incapaz de evitar algunos rasguños.

Rachel: Malditos...

Consigue deshacerse de ellos, matandolos de dos disparos en la cabeza en el mismo momento que Gyn entra por la puerta de la casa y observa la escena.

Gyn: ¿Que problema tienen contigo? Bien da igual, tenemos que curarte.

Rachel: Me duele...

Gyn: Tranquila, es un corte pero estarás bien.

Gyn va y vuelve en unos pocos minutos con un pañuelo con agua para limpiar la herida y taparla.

Rachel queda sorprendida de la bondad que muestra con ella, pero no puede dejar de pensar...¿y si es un traidor?

Gyn: Necesitamos a Rizzo y Caroline, tenemos que salir de aqui.

Rachel: No se donde estan...

Gyn: Tranquila...¡Rizzo, Caroline!

Los chicos aparecen por la puerta de atrás, preocupados y rapidamente se marchan de alli en un coche.

Durante el viaje, Gyn observa a la ventana maldiciendo a Hullat y su facilidad para encontrarlos, mientras Rachel lo observa detenidamente con sentimientos muy confusos.

Gyn: No me gustan que me esten mirando.

Rachel: Lo siento...

Gira a su cabeza hacia otro lado avergonzada y provoca que Gyn se sienta mal casi sin quererlo, la odia por eso.

Gyn: Ahora pareces más débil.

Rachel: ¿Porque me curaste?

Gyn: Porque sangrabas.

Rachel: ¿Y?

Gyn: Y te ibas a morir, te salve y ya esta.

Rachel: Gracias.

Gyn asiente volviendo su mirada hacia la ventana, no se puede negar que la desea y mucho más de lo que alguna vez a deseado a otra mujer, quiza por su resistencia y valentia, pero la desea.

Y Rachel tiene un cumulo de sentimientos alrededor de ella, por un lado quiere creer en él y por otro teme que le dañe como todos los hombres de su vida.

Gyn: Rizzo, cuanto queda hasta la casa.

Rizzo: Un poco.

Gyn: Cuanto es un poco.

Rizzo: ¿Te quieres calmar?

Gyn: No, cuanto es un poco.

Rizzo: Veinte minutos, capullo.

Gyn sonrie mientras observa la carretera, necesita esa casa y las armas que hay en ella, sabe que Hullat no se detendrá ante nada y menos ahora que sabe que él también esta ayudando a la persona que quiere muerta.

La vida es una sorpresa...

lunes, 25 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 3

Capitulo 3

A las siete de la mañana y Gyn se encuentra en el descapotable más viejo y molesto de la historia de los coches.

Gyn: Si llego a saber que se va tan lejos, la dejo en Melbourne.

Rizzo: No te quejes tanto.

Gyn: Es una pesada...

Rizzo: Seguro.

Desde que se pusieron en camino no para de decir que «si esa mujer era una loca» «que si no se merece que la protegamos» y mil etc....más.

Gyn: Mira no la mate porque tu novia lo pidio

Rizzo: Tú nunca haces caso a nadie.

Gyn: No me gusta ver a las chicas llorando.

Rizzo sonrie mientras ve la casa de su «novia» a lo lejos y accelera aparcando en el pequeño parking.

Gyn baja del coche, sin ganas y se apoya en las puertas del coche mientras Rizzo toca la puerta de su novia.

Caroline abre la puerta con una sonrisa al ver a su chico en la entrada y sin decir nada más, le regala un beso de buenos días, hasta que ve al otro jovén que le acompaña.

Caroline: ¿Es él?

Rizzo: Si pero con cuidado, es peligroso.

Gyn es capaz de escucharlo a lo lejos y tira la colilla de su cigarro mientras se acerca a la puerta.

Gyn: Tranquilo, no tengo intención de hacerle daño, a diferencia de ti, ella me cae bien.

Entra en la casa observando cada detalle rapidamente, por suerte para él eso le ayudara en momentos de crisis.

Entonces ve una mujer bajar desde la planta de arriba, enrollada solo con una toalla alrededor de su cuerpo, forzando su cabeza mira la cara de la mujer para descubrir que era aquella que tuvo que salvar la otra noche.

Rachel: ¡Caroline! ¿Quien....?

Su cara es parecida a la de él, lo observa con detenimiento, uno que él conoce muy bien, el que todas las mujeres usan cuando intentan desnudarlo con la mirada.

Gyn: El «Vaya» creo que debería decirlo yo...

Rachel: Me habían dicho que venías.

Gyn: Y a mi que tenía que salvar tu bonito culo.

Rachel baja las escaleras hasta el salón mirando a los ojos a la persona que noches atrás había querido matarla.

Rachel: Después de anoche no pensé que me ayudarías.

Gyn: No te emociones, mi trabajo es acabar con Hullat y salvarte, nada más.

Sus ojos dicen que le encantaría pasar una noche, quiza dos, haciendole el amor, bueno sus ojos y otra parte de su cuerpo, pero no, su trabajo va primero, además, algo le dice que esa mujer no le conviene, ni para un polvo.

Rachel: Relación de negocios.

Gyn: Totalmente, aunque no lo parezca estando así vestida.

Rachel sonrie antes de coger una manzana y apoyarse en la encimera mientras le da un mordisco a la fruta, dejando ver todo su esplendor.

Rachel: ¿Porque no?

Gyn: Porque estas enfrente mía enseñándome tus pechos.

Rachel le mira intentando intimidarle aunque lo único que consigue es calentarlo más aún, pero no se dejara, no será más un juguete para las mujeres.

Gyn: Te esta encantado este juego.

Rachel: Mucho.

Gyn: Pues a mi no.

Sin decir nada más sube a la planta de arriba buscando el baño que por fin encuentra y entra en el buscando un poco de paz lejos de esa mujer.

Rachel se acerca a saludar a Rizzo y hablar sobre el plan que tienen para sacarla de este problema.

Rizzo: Es fácil, matamos a Hullat y te salvamos.

Rachel: No sabéis como es.

Rizzo: El lobo solitario sabe más de esto que todos nosotros juntos.

Rachel se queda pensativa ¿así lo llaman? «Lobo solitario» algo dentro de ella se siente mal por esa soledad.

Rachel: Es tan extraño...

Rizzo: Macabro diria yo.

Detrás de ellos, Gyn escucha la conversación atentamente, así que así es como lo consideran ¿verdad? pues así será como lo tendrán.

domingo, 24 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 2

Capitulo 2

Días después no mucho ha cambiado, Rachel siempre va de una ciudad a otra, su casa ahora, es Alice Springs.

Allí es donde vive su amiga de toda la vida, Caroline Bracamontes, ella es la única persona que la ha ayudado con este problema y en la que confia incondicionalmente.

Caroline: ¿En que te metiste?

Y a pesar de ser su mejor amiga, a veces le habla en un tono que le molesta bastante, como si ella tuviera la culpa de todos los problemas.

Rachel: Fue culpa de Hommy...

Caroline: Te dije que no confiaras en él, si es que de confiada eres tonta.

Rachel: No me mires a mi, Ivanoff y él estaban compinchados.

Caroline: Bueno, pero estas bien.

Rachel sonrie, como siempre después de echarle la bronca se preocupa por ella y la cuida.

Rachel: Si, salid de allí como pude.

Caroline: Bien, por lo menos se acabo por un momento el problema.

Pero a Rachel no le parece tan bien, lleva demasiado tiempo huyendo de algo que ella no tiene culpa y por una vez, desearía haber vuelto a su vida normal.

Caroline: Tranquila, pronto se acabara.

Rachel: No se como...

Caroline: Hable con Rizzo, tiene un colega que odia a Hullat y nos ayudaran.

Rachel: Que bien...

Caroline: Echale un vistazo.

Caroline le deja el portatil, justo en una pagina web donde por casualidad su «rollo» Rizzo Riberti había estado modelando y le señala el chico a su izquierda.

No puede ser...

Es el chico que la secuestro la otra noche...y esta tremendo sin su camiseta y con, lo que ella piesa, es aceite corporal por todo su musculoso y deseable pecho.

Caroline: Amiga que babeas

Rachel: ¿Que?

Caroline: Nada, mañana vienen.

Y sin decir nada más se marcha de allí sin poder aguantar la risa mientras Rachel mira la foto de nuevo, al final esto puede ser muy interesante...

sábado, 23 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 1

Capitulo 1

Las calles de Melbourne parecían más ruidosas que de costumbre, pero eso no era normal en una ciudad donde cada mañana alguien aparecía muerto.

Pero...centrandonos en el ruido, por la carretera se ve a una joven huir en moto por la ladera mientras dos coches la persiguen.

Rachel: Mierda...

Y es cuando ve su salvación, un pequeño saliente, allí acelera esperando que sea el final de su larga escapada, escondiendose allí ve como los coches pasan de largo y se permite el lujo de respirar durante algunos minutos.

Por lo menos hasta que nota unas manos en su cuerpo, alguien le pone un pañuelo en la boca y aunque intenta pelear no consigue deshacerse del agarre de la persona que la esta secuestrando.

Poco a poco pierde la conciencia y con eso la posibilidad de sobrevivir...

Horas después, Gyn Sawyer llega a su destino con el peso adicional de la mujer que lleva en brazos, desde luego no le extraña que le cueste tanto huir.

Gyn: Como pesa...

Sin ninguna delicadeza la sienta y ata a una silla cercana mientras va a por una aspirina, nunca más dejara que le saquen de fiesta mientras tenga misiones.

Entonces lo oye, ruido, la chica pesada se esta despertando y con su vaso de agua y la aspirina sale a darle la bienvenida a su «prisionera»

Mientras Rachel se despierta para verse atada de pies y manos a una silla incapaz de liberarse.

Rachel: ¡Mierda!

Gyn: Silencio, intento pensar.

Observa la puerta donde se encuentra la persona que supone, la ha secuestrado y su furia se hace más fuerte al ver que esta de pie observandola como si fuera un animal recien cazado.

Rachel: ¿Quien eres?

Gyn: Eso ahora no te importa.

Rachel rie, nunca ha sido una mujer débil y temerosa, aunque tiene cierto miedo jamás se lo hara ver a un personaje como el que tiene delante.

Rachel: ¿Esto es todo? Creía a Hullat más original.

Gyn: Tranquila, sabrá que gritaste como un corderito.

Rachel se enfurece forzando las cuerdas que la aprisionan mientras Gyn sonríe, encuentra bastante divertido su enfado.

Gyn: Ahora callate, me duele la cabeza.

Rachel: Estoy perdiendo el tiempo contigo.

Gyn: Ya somos dos...

Gyn mira como intenta sin éxito liberarse de sus cuerdas, es tal y como le dijo su amigo, toda una fiera.

Rachel: Matame entonces...

Gyn: Todavia no

Gyn se acerca a ella para mirar mejor su cara, no puede negar que esta muy bien y podría tener una noche realmente fogosa con ella.

Hasta que ella le da el rodillazo en la única parte que no quería que tocara...al menos de esa manera.

Gyn: Toda una fierita, si señor...

Doliendose de su golpe, se sienta en la cama que hay al lado de Rachel y la observa detenidamente.

Rachel: ¡Gilipollas!

Gyn: Mira guapa, cierra la boca o me olvidare de que eres una mujer.

Rachel: Muerete...

Gyn sonríe, enfadada es todo un cañon pero ahora no puede, su trabajo esta vez no es matar, así que sin aviso se acerca a ella y la desata ante los sorprendidos ojos de su «víctima»

Rachel: ¿Que haces?

Gyn: Mi trabajo, largate antes de que me arrepienta.

Rachel: ¿Porque?

Gyn: Llamalo...encargo especial.

Rachel queda sorprendida con el hombre que tiene delante mientras le pasa una pistola y la mira.

Gyn: Golpeame y marchate.

Y así lo hace, Rachel le golpea con la pistola antes de salir corriendo, cierta parte de ella no quería dejarlo allí pero...esa es la ley de la vida aqui...

viernes, 22 de enero de 2010

Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Prologo

Melbourne nunca fue un sitio seguro, numerosos asesinos se dan cita en esta ciudad sin ley donde solo sobrevivir es la meta para sus habitantes.

Sitio de nuestro protagonistas, Gyn Sawyer y Rachel Mathews, no se conocen de nada, ni tienen vidas parecidas, pero una vez se encuentren ya no encontrarán manera de separarse.

Gyn Sawyer tiene 29 años. Su encanto y fisico le han ayudado más de lo que le gustaría muchas veces, es sicario casi de nacimiento con un pasado demasiado turbulento para una persona, su trabajo: matar. Vive para eso hasta que el destino pone en juego no solo su trabajo, si no su vida y su manera de ver las cosas...

Rachel Mathews, 25 años. Su vida era normal hasta que un hecho le cambio la vida, metiendola en los peligros de una ciudad que solo busca sangre. Ahora solo vive para huir y matar a la única persona que le ha quitado todo lo que conocía y para eso usara las armas que le hagan falta.

No podían existir personas más distintas, ni vidas más contrarias, pero lo que no sabían era que su peor enemigo los uniria para vivir y quien sabe si algo más...

Hospital Central: Epílogo

Epílogo


Nueve meses después


Raquel: Yurena por dios, acaba con esto...
Yurena: Tranquila Raquel, respira y cuando te diga empujas.

Y aquí estaban, después de nueve meses tranquilos a punto de recibir lo que sería el pequeño terremoto de su familia, el pequeño Max Gil Mateo.

Gines:Tranquila mi amor,lo haces genial.
Yurena: Vamos Raquel, uno más y ya.

Raquel coge aire antes de soltar toda su fuerza y expulsar a su bebe de sus adentros, escuchando enseguida que la llena de orgullo y emoción.

Yurena: Aquí tienen a su pequeño Maxi, felicidades papas.

Gines lo coge en brazos emocionados mientras se lo pasa a su novia que lo recibe con la misma ternura y lo acuna entre sus brazos.

Gines: Es precioso...
Raquel: Si, lo es.

Diez años más tarde


Max: ¡Papa, Mama!

El pequeño terremoto entra en la cocina mirando a sus padres con una gran sonrisa en sus labios mientras enseña su dibujo.

Raquel: ¿Y esto?
Max: Es mi dibujo de que sere cuando sea mayor.

Gines, que tiene a la pequeña María en sus brazos observa el dibujo y se ríe.

Gines: Médico.
Max: Si, como tu papa y María será como mama.

Los dos se miran sonrientes mientras observan a su pequeño hijo encender la televisión y mirar los dibujos.

Raquel: Parece que dentro de poco volvera un nuevo terror de las residentes al hospital.
Gines: Espero que tenga tanta suerte como yo.

Raquel se acerca con una sonrisa y besa los labios de su marido mientras miran a su pequeño hijo y a su pequeña hija en brazos de Gines y dan gracias por la vida que les ha tocado.

Quince años después

Director: Maximo Gil Mateo, licenciado en medicina general de la Universidad de Madrid.

Raquel y Gines miran orgullosos a su hijo mientras recoge el diploma, María, de quince años, observa a su hermano impresionada por el despliegue.

Después, en la pequeña fiesta, la familia y amigos se reunen para celebrar el nombra miento del nuevo médico del Hospital del Mar.

Yurena: Ay madre, padre e hijo juntos.
Erik: Eso digo yo...

Todos se ríen mientras Gines acaricia la cara de su hijo y le abraza mostrando su orgullo por él.

Gines: Vas a ser el mejor.
Max: Espero ser tan bueno como tu y mama, papa.
Raquel: Lo serás.

Ese era el nuevo comienzo de otra generación Gil-Mateo que contaba con Maximo y María, dos chicos que nacieron de un amor por el que nadie apostaba y se convirtió en el más fuerte, mucho más que el odio, rencor y la muerte.



jueves, 21 de enero de 2010

Hospital Central: Capitulo 34

Capitulo 34


Yure: ¡Rápido, carga de nuevo!
Eli: No responde, maldita sea.

Todo parece un caos mientras intentan devolver a la vida un cuerpo que no da señales de querer resurgir.

Erik: Es inútil, esta muerto.
Fran: Joder…hora de la muerte 15:20 de la tarde.

Tapan el cuerpo de la persona fallecida, con algo de pena a pesar de todo era un compañero.

Mientras Raquel se encarga de la otra persona herida, un tiro en el hombro que les esta dando muchos problemas.

Raquel: Cariño mirame ¿vale? Solo mirame.
Gines: Raquel…

Sonrie somnoliento pero saca fuerzas para mirarla, no quiere perderla de vista pase lo que pase.

Raquel: Yurena, traeme la sangre y prepara la sala por favor.

Yurena asiente rápidamente preparando todo mientras Erik y ella trasladan a Gines a una camilla para operarlo.


Horas después, Raquel sale de quirófano cansada como nunca, la operación ha sido larga ya que la bala estaba en una zona complicada pero por suerte todo a salido bien.

Eli: Te lo dije.
Raquel: Si, lo he pasado fatal…
Fran: Bueno, pero ya acabo, ahora podréis ser felices.
Raquel: Menos mal.

Con una pequeña sonrisa se quita el vestuario de quirófano y por primera vez se siente libre para querer a Gines sin miedo a que nadie se lo quite.

Yurena: Eh Raquel.
Raquel: ¿Si?
Yurena: Romeo te llama, esta en el cuarto aislado, asi que…
Raquel se ríe de las ideas de su amiga, antes de terminar lo que esta haciendo e ir al cuarto de Gines para verlo.

Raquel: ¿Me echabas de menos?

Gines levanta su mirada para ver a su hermosa novia entrar en la habitación con su radiante sonrisa.

Gines: Mucho…

Raquel sonríe acercándose a él y robándole un beso algo indecente.

Gines: Raquel…
Raquel: Cariño la habitación es aislada y yo se que tu con una mano haces maravillas.
Gines: ¿Pero de verdad quieres hacerlo aquí?
Raquel: Amor, estas increíblemente sexy en esa batita y me estas volviendo loca.

Gines se rie en voz alta antes de levantarse y atraerla hacia él besando sus labios con pasión.

Gines: Debo decir que tu tampoco estas nada mal así vestida doctora.

Raquel devora sus labios sin compasión mientras caen en la cama, por suerte ese cuarto es privado y nadie puede entrar ya que la llave se echa por dentro y tampoco tiene ventanas.

Gines: Te echaba de menos asi de salvaje, mi amor.
Raquel: Oh y yo de mostrarte lo salvaje que puedo ser.

Gines sonríe mientras ella se sube a la cama y se coloca justo sobre él meintras besa su cuello.

Gines: Raquel…

Raquel sonríe cuando nota su boca torturar placenteramente a sus pechos y emite varios murmullos con su nombre.

Raquel: Te necesito, Gines…

Gines se abre paso entre su ropa y su cuerpo entrando en ella en unas sensaciones que llevaba mucho añorando.

Sus murmullos de amor y movimientos llenan el cuarto mientras llegan lentamente al orgasmo tranquilo que tanto anhelan.

Poco después descansan en la cama, totalmente felices con el otro y sabiendo que el futuro se acaba de abrir ante ellos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Hospital Central: Capitulo 33

Capitulo 33

La tensión es evidente cuando los policías entran cuidadosamente al edificio rodeando la zona para evitar que Javier escape de ahí.

Entre tanto, Javier tiene otro plan y sonriente usa a Gines de escudo para salir hacia la puerta principal.

Soler: ¡Javier, deja a Gines y sal con las manos en alto, estas rodeado!

Escucha la voz del comandante amplificada por un megáfono pero no le importa, esta decidido a acabar con esto cueste lo que cueste.

Javier: Parece que tus amigos vienen a por ti.
Gines: No te saldrás con la tuya.
Javier: Ya lo he hecho.

Lo saca por una ventana mostrándolo a él primero para que no lo disparen y haciéndose escuchar.

Javier: Escúcheme bien, me da igual lo que me pase, pero él va a morir ¿le queda claro?

Lo mete de un zarandeo de nuevo en el hospital y lo conduce a la sala del Samur, donde acabara con él, como siempre ha soñado.

Mientras, fuera del hospital, Soler busca otra manera de liberar a Gines cuando escucha unos gritos provenientes de la zona de seguridad.

Soler: ¿Qué pasa?

Cuando llega ve a Raquel, Yurena, Eli, Erik y Fran intentar entrar en el hospital sin importar el peligro.

Soler: ¿Qué hacen?
Raquel: Tenemos que entrar, Gines esta en peligro.
Soler: Es una locura, solo los pondría en peligro.
Yurena: Mire comandante, nuestro amigo esta en peligro, no podemos dejarlo ahí.
Soler: Esperen, de verdad confíen en mi.
Erik: No Soler, no vamos a esperar, Gines esta ahí y ese loco no va a parar hasta acabar con él.

Soler entiende su desesperación, pero no puede dejar que eso pase por nada del mundo.

Soler: Denme tiempo, solo unos segundos, por favor.

Los chicos lo miran mientras Soler hace unas llamadas e inmediatamente se personan delante de ellos varios agentes de policía.

Soler: Entraran pero con estos agentes y por favor, no cometan locuras.

Todos se preparan nerviosos, Raquel rápidamente esta lista para entrar, necesita ver a Gines y ver que esta bien.

Eli: Estará bien, tranquila.
Raquel: Eso espero…

Entran en el hospital rodeados de policías que con sus armas apuntan a todo lo que pueda ser un peligro para ellos.

Fran: ¿Dónde estan?
Erik: No se, pero no me gusta nada.

Yurena observa a su alrededor y recuerda algo que a todos los presentes se les había olvidado por completo.

Yurena: Ya se donde esta.
Raquel: ¿Dónde?
Yurena: Quirófano, Javier es cirujano, ese es su sitio aquí.

Los chicos la miran y asienten como si fuera la mejor idea que han oído.

Eli: Tienes razón, vamos allí.

Se dirigen allí temerosos de lo que encontraran, a medida que se acercan son capaces de escuchar una fuerte discusión entre Gines y Javier.

Javier: Es hora de que te mueras de una maldita vez, Gil.
Gines: Aunque me mates no te saldrás con la tuya, te atraparan.
Javier: Por lo menos tú no tendrás tu final feliz.
Gines: ¿Tanto odio me tienes?

Javier lo mira durante unos segundos antes de echarse a reír y apuntarlo con su pistola dispuesto a matarlo.

Javier: Si ¿Por qué crees que use a tu novia? ¿Por qué crees que amañe las cosas para que yo fuera elegido con Raquel para Massachusetts? Todo por que te odio, porque si tu no hubieses estado, la gloria y Raquel serían míos.
Gines: Estas enfermo.

Es entonces cuando los agentes y los chicos entran en el quirofano sorprendiendo a los dos, Gines aprovecha para intentar quitarle el arma a Javier. El forcejeo es intenso, ninguno de los dos ceden hasta que antes de que nadie lo remedie, el arma se dispara…

martes, 19 de enero de 2010

Hospital Central: Capitulo 32

Capitulo 32


Entre tanto, la policía camuflada entra en el hospital y lentamente la desaloja el hospital.

Raquel: Yurena…tenemos que irnos.
Yurena: Ya veo… ¿Por qué?
Raquel: Javier anda por aquí, vámonos.

Yurena la mira sorprendida antes de acompañar a su amiga por la puerta de atrás del hospital sin que nadie de fuera se entere.

Mientras Gines se prepara para su encuentro con Javier cuando la puerta del local se abre y ve a Raquel y sus amigos entrar en el cuarto.

Gines: ¿Chicos?
Raquel: Cariño…

Sin mediar palabra se abrazan, dejando que sus corazones hablen por ellos mientras se introducen en los aromas de la otra persona.

Gines: ¿Estas bien?
Raquel: Si…ahora si.
Gines: Tranquila, todo saldrá bien.
Raquel: ¿Me lo prometes?
Gines: Te lo juro.

Agarra su cara entre sus manos y la mira a los ojos sellando la promesa de que volverá con ella, pase lo que pase.

Después se dirige a sus compañeros mientras abraza a Raquel tiernamente y les sonríe con una confianza que jamás había creído tener.

Gines: Chicos, no necesito despedirme porque voy a volver pero por si acaso, sois los mejores, como profesionales y compañeros y ¡que coño! Os quiero mucho.

Sus amigos lo miran antes de unirse en un abrazo en grupo y prometer volver a verse una vez que esta pesadilla este acabada.

Mientras, en el hospital, Javier entra para encontrarse con un hospital completamente vacio.

Javier: Buena jugada, Gines.

Sonríe observando el hospital, mientras pasea tranquilamente recordando todas las cosas que ha hecho.
Javier: Y todo me lo has quitado tu, Gines Gil.
Gines: Te equivocas.

Javier se gira de repente apuntando con su pistola a Gines que le mira seriamente desde el fondo del pasillo principal.

Gines: No te quite nada Javier, más bien fue al revés.
Javier: Yo quería ser reconocido, no es fácil siendo rico ¿sabes?
Gines: Lo se y eres un gran médico, pero tu actitud ha dejado mucho que desear.
Javier: ¿Mi actitud? Tú llegaste y te hiciste con todo, hasta ti yo tenía mi reconocimiento.

Gines lo mira, es cierto que era el médico más prestigioso cuando llego.

Gines: Es verdad, pero yo no tengo la culpa Javier, tú actitud de tener todo lo que querías seguía ahí, me quitaste a mi novia sin importarte nada más que hacerte daño.
Javier: Si…y me lo pase bien con ella, pero mi deseo era hacerte desaparecer.
Gines: Lo se…
Javier: Intente hacerlo con Raquel, pero la tenias muy enamorada de ti, así que decidí que lo mejor era ir a por ti.

Gines suspira mientras intenta buscar una manera para que todo acabe bien, pero por mala suerte no encuentra ninguna.

Javier: Dejemos de hablar, quiero acabar con esto.
Gines: Esta bien…

Sin aviso los disparos comienzan esquivando sus objetivos y escondiéndose de su enemigo, la trampa mortal, acaba de empezar.

Entre tanto fuera, Soler activa las cámaras del hospital para ver que pasa y tenerlo controlado.

Soler: A ver…

Busca y de repente los ve, a Gines en un box y a Javier paseando por los pasillos.

Raquel: Dios mio, esta loco.
Yurena: Joder…hay que pararlo.
Soler: Lo se…

Soler mira atentamente como Gines ataca a Javier pero el chico se deshace de él tirando su arma y teniéndolo a su merced.

Raquel: Haga algo por favor.
Soler: Vamos a entrar, ahora.