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domingo, 3 de enero de 2010

Hospital Central: Capitulo 23

Capitulo 23

Poco más tarde llegan a las dependencias policiales hartos de los ataques contra Gines y hablan con el comandante, Soler.

Soler: Díganme en que puedo ayudarles.

Gines: Están intentando matarme…

El comandante los mira algo sorprendido y comienza a tomarles declaración para tener todos los datos posibles, cuando de repente un nombre hace que se pare.

Soler: ¿Javier Muriel?

Gines: Si, es el cirujano del hospital y mi peor enemigo.

Soler: Vaya…

Los dos chicos observan como el comandante se marcha y lo esperan algo intrigados, poco después el oficial regresa con un archivador.

Soler: Verán, estos son denuncias echas a Javier Muriel en los últimos meses, todas han sido “desestimadas” y sinceramente, tiene todas las pruebas para ser culpable.

Gines: ¿Por qué no lo detuvieron?

Soler: Los tipos con dinero siempre consiguen una manera de salir de sus problemas y este es uno de ellos.

Erik: Entonces ¿Qué se puede hacer?

Soler: Pues…esperemos unos días, seguid con vuestra vida normal mientras yo hago un par de investigaciones para ver que tan grave es esto y os llamo ¿de acuerdo?

Gines: Bien, muchas gracias.

Soler: Hasta luego.

Gines y Erik se marchan de allí y Erik deja a su amigo en casa, acompañándolo hasta la puerta.

Gines: No tengo dos años Erik.

Erik: No, pero estas en peligro y no pienso dejarte solo.

Gines: Esta bien, te veo mañana…

Erik: Paso a por ti.

Gines sonríe y se despide de su amigo antes de entrar en casa de nuevo en casa, una vez que deja las llaves, la soledad lo envuelve como un golpe de hielo en el pecho y se deja caer pesadamente contra el sofá, cuando su teléfono suena.

Gines: ¿Diga?

Raquel: Mi amor…

Su corazón vuela con el sonido de su voz, es como un golpe de aire fuerte que le devuelve a la vida.

Gines: Raquel ¿Cómo…como estas?

Raquel: Bien…echándote mucho de menos.

Gines: Yo también cariño.

Raquel: ¿Cómo va todo?

Esas palabras le hacen recordar su pequeño problema…no sabe si contárselo o no, pero al final sabe que no puede esconderle nada por el bien de su relación.

Gines: Raquel…he tenido otro de “esos” accidentes.

Raquel: ¿Cómo? ¿Estas bien?

Gines puede escuchar su preocupación y nerviosismo, incluso se atreve a decir que este mirando algo mientras espera su respuesta.

Gines: Estoy bien, le han roto los frenos a mi moto pero solo tengo unos rasguños en la cara.

Raquel: Gines por favor ten mucho cuidado.

Gines: Tranquila mi amor, estamos haciendo cosas, ya hemos avisado a la policía y están en ello.

Se puede imaginar a Raquel con su cara de “no estoy para nada convencida” y la verdad es que él tampoco esta convencido pero necesita calmarla por el bien de los dos.

Raquel: Gines…

Gines: Todo estará bien… ¿y tu que tal con Javier?

No puede evitar escupir ese nombre mientras escucha un leve susurro de irritación lo que le indica que ella tampoco es que este muy feliz.

Raquel: Cada día me cae peor pero por lo menos tengo a Yurena.

Gines: ¿Yure?

Raquel: Si, Fran la mando conmigo para no dejarme sola con él.

Después de esto tendría que invitar a su amigo a cenar.

Gines: Una gran idea.

Raquel: Si…amor tengo que dejarte, mañana madrugamos.

Gines: Bien, hasta pronto…

Raquel: Te amo.

Gines sonríe ante esas palabras, nunca se cansa de escucharlas de sus dulces labios.

Gines: Yo también te amo, buenas noches.

Raquel: Igualmente.

Gines cuelga el teléfono más contento que hace unas horas, ahora por lo menos podrá dormir tranquilo después de haber hablado con ella.

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