Hospital Central: Capitulo 30

Capitulo 30


Gines despierta lentamente en la habitación del hospital, algo mareado por los últimos acontecimientos, cuando nota una pequeña mano sobre la suya.

Al mirar, ve a su Raquel agarrando fuertemente su mano, la ha extrañado tanto que le parece casi irreal que este allí con ella.

Con toda su energía, acaricia su pelo de la forma más amorosa que puede mientras recuerda que estuvo apunto de no volver a ver su hermosa cara dormida nunca más.

Gines: Raquel…

Raquel despierta con el suave murmullo de una voz masculina que es capaz de hacerle sentir toda la ternura y pasión del mundo con un susurro.

Gines: Hola mi amor…
Raquel: Gines…

Su mirada le dice todo lo que necesita saber y segundos después siente sus labios sobre los de él, como si de un elixir se tratara le da fuerzas para atrapar sus labios en un beso hambriento.

Los dos gimen con el contacto de sus labios, ansiándolos como nunca mientras dan rienda suelta a su pasión en esa habitación.

Raquel: Te amo, Gines.
Gines: Yo también, vida.
Raquel: Hazme un favor, la próxima vez…cuidate.
Gines: Te lo prometo.

Raquel sonrie acariciando su cara lentamente mientras le da besos y juega con sus labios como desea desde que esta allí.

Gines: No me hagas eso… que sabes que no puedo resistirme.
Raquel: Lo siento señor, no podemos hacer el amor aún, antes tienes que curarte.

El gruñido disgustado de Gines provoca la risa de Raquel mientras se acerca para besarlo.

Raquel: Tranquilo mi amor, unos días y podremos volver a estar juntos como siempre.
Gines: Eso espero, me muero de ganas de volver a estar contigo.
Raquel: Pronto mi amor, de momento tengo que cuidarte mucho.

Gines nota algo de temor en su voz y cree el momento idóneo para hablar con ella sobre sus ataques.
Gines: Amor… ¿Qué piensas de esto?
Raquel: ¿Qué pienso? No se Gines, tengo tantas ganas de estar contigo…pero necesito estar bien.
Gines: Ya lo se…
Raquel: Te amo Gines pero odio tener que estar siempre así, contigo en peligro, conmigo sufriendo.

Gines suspira ante su confesión, él tampoco quiere esto para ella, la ama demasiado para verla sufrir.

Gines: Entonces… déjame Raquel, no sufras más por mi.
Raquel: Aunque lo hiciera daría igual, seguiría sufriendo por ti, todo el tiempo.
Gines: ¿Qué sugieres?
Raquel: Que atrapen a Javier, yo necesito una vida y la necesito contigo Gines.

Gines la atrae a sus labios probándolos de nuevo y haciéndole la promesa de que tendrán su futuro feliz.

Gines: Lo atraparan pronto cariño, ya veras.
Raquel: Si…
Gines: Y… ¿Cuándo dices que podré irme a casa?

Raquel sonríe ante la lasciva mirada de su novio y le da un pequeño beso antes de acariciar su desnudo torso con un dedo.

Raquel: Bueno… podríamos llevarte ahora.
Gines: Entonces llévame.
Raquel: Gines…estas herido aún…
Gines: Créeme mi vida, necesito arreglar otros dolores ahora mismo.

Raquel asiente, la verdad es que ella también necesita sentir su cuerpo con el de ella y por eso rápidamente sale ha firmar el alta.

Mientras Gines se queda en la cama pensando en lo feliz que es en estos momentos, donde solo le importa Raquel y su futuro, el resto puede esperar lo que haga falta.


Entretanto, no muy lejos de allí, una persona observa todos los movimientos del hospital…distante…esperando su momento para atacar…

Javier: Pronto pagaréis por joderme la vida…

Su susurro solo es escuchado por los árboles que se mueven temerosos de la persona que se esconde en ellos.