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lunes, 7 de junio de 2010

El Caballero de la Rosa: Capitulo 25

Capitulo 25

Raquel se encontraba en su cocina, preparando la comida con la absurda mentalidad de hacerla para dos.

Dos platos, dos cubiertos, dos vasos era lo que cubría la mesa de su cocina, estas eran las veces que peor la golpeaban, las veces que sabía que físicamente Gines no estaba con ella.

Raquel: Te echo de menos…

Como un destello, Gines apareció en la puerta principal de la casa, los nervios parecían haber hecho una reunión dentro de él mientras examinaba la puerta principal de Raquel.

¡Hazlo de una vez, idiota!

Su mente le gritaba porque llamara la besara y le hiciera el amor todo el día, su corazón estaba más que de acuerdo pero él sabia que con el carácter de Raquel eso no iba a ser tan fácil.

Gines: Vamos allá.

Raquel oyó el timbre de su puerta, extrañada de que alguien viniera a esas horas a verla, pensó en que Nicolae tenía algún encargo.

Raquel: ¡Ya voy!

Gines escucho su dulce voz mientras oía sus pasos hacia él, estaba muerto de miedo y juro que su restaurado corazón iba a salir de su pecho en poco tiempo.

Entonces la puerta se abrió y Raquel se quedo en shock mirando lo que tenía frente a ella, era exactamente como Gines solo que más musculado, con pelo corto de punta y algo de barba.

Gines: Hola…

Entonces Raquel simplemente noto que las piernas le fallaban y su mundo se volvió negro en cuestión de segundos…

Gines la cogió antes de que golpeara el suelo y la llevo dentro de la casa donde la tumbo en la cama al lado de él, presionando su espalda en el pecho de él y dejando que todo su aroma lo arroyara.

Gines: Estoy aquí para ti, Raquel…

Largo rato después, Raquel despertó pensando en el magnifico sueño que había tenido, Gines estaba en su puerta, saludándola, de carne y hueso.

Quiso llorar hasta que noto un cuerpo que cubría su espalda y se giró para ver a Gines acariciando su pelo, una sonrisa salió de los labios de él y ella no pudo hacer más que besarlo con todo lo que tenía.

Gines gruño ante lo bien que se sentían sus labios y su cuerpo sobre el de él y la atrajo hacia si mientras exploraba su boca deseoso de más.

Raque: Dime que eres tu, Gines, por favor, dime que no es un sueño.

Su tono de suplica le rompió el corazón recordando cuantas veces le dijo eso mientras era un fantasma.

Gines: Soy yo y estoy aquí para amarte y ayudarte.

Raquel sonrió como no lo había hecho en todo ese tiempo, lo tenía ahí con ella, para no volver a irse jamás.

Raquel: Te amo, Gines.

Gines: Yo tambien te amo mi amor…

Raquel lo beso y se dejaron llevar por el momento de su reencuentro, lo demás vendría más adelante ahora solo estaban ellos y su corazón.

2 comentarios:

  1. A VER COMO REACCIONA RAQUEL CUANDO LE DIGA QUE ES SOLO POR UN TIEMPO Y QUE LUEGO NO VOLVERA

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  2. ohhhhhh q bonito esperemos q raquel no se tome mal lo q le tiene q decir gines

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