Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 15

Capitulo 15

Rachel camina nerviosa por la casa, necesita encontrarlo y salvarlo antes de que sea demasiado tarde.

Rachel: ¿Algo?

Caroline: No, parece que se lo ha tragado la tierra.

Rachel: Maldita sea.

En su cabeza piensa en las mil maneras en las que Hullat puede vengarse de él por traicionarlo y su corazón se magulla pensando en lo que puede estar pensando.

Caroline: Tranquila, lo encontrare, no puede desaparecer.

Rachel: Hullat siempre hace desaparecer las cosas Caroline, tenemos que encontrarlo ya.

Caroline la ve temblar y se acerca a ella abrazándola con toda su fuerza mientras su amiga por fin libera la tensión acumulada.

Caroline: Gyn volverá Rachel, lo hará por ti.

Rachel se apoya en ella levemente, secándose sus lágrimas, ahora tiene que ser fuerte y ella lo sabe mejor que nadie.

Rachel: No le dije que le quería, Caroline.

Caroline: ¿Le quieres?

Rachel la mira con una pequeña sonrisa enamoradiza, pensando en todo lo que ha compartido con él en este corto tiempo.

Rachel: Si Caroline, le quiero.

Caroline: Entonces vamos a salvarlo para que se lo puedas decir.

Rachel sonríe y junto con su amiga se ponen manos a la obra en encontrar a Gyn y salvarlo de las garras de Hullat.

Entre tanto, Gyn mira el techo de su prisión oscura cuando escucha las puertas abrirse de par en par y dos hombres entrar a por él.

Hombre: Vamos Sawyer, tenemos un juego muy divertido para ti.

Gyn murmura algo inentendible y los sigue hasta llegar a lo más parecido a una cámara de torturas.

Hombre: Sientate ahí.

Gyn: ¿Me vas a hacer verte la cara todo el día? Es la peor tortura que me puedes dar.

El hombre sonríe antes de golpearle duramente en el estomago y doblarlo, llevándolo a la silla.

Hombre: No, vas a ver lo que pasa cuando juegas con Hullat.

El otro hombre sonríe cuando su compañero tapa a Gyn la cara con una bolsa de tela negra y acciona la maquina de electricidad a bajo voltaje.

Gyn se mueve levemente, obligándose a si mismo a permanecer en silencio mientras le torturan.

Hombre: La maquina debe estar baja, aumenta el voltaje.

Su compañero lo hace, dejándolo a la mitad y haciendo que el cuerpo de Gyn se tense duramente pero aún así, sigue sin quejarse por ningún motivo.

Hombre: Parece que sigue siendo bajo ¿al máximo?

Gyn: Hijos de puta…

Hombre: Al máximo.

El hombre lo hace provocando los gritos agónicos de Gyn que ya no puede aguantar más mientras sus verdugos se ríen de él despiadadamente.

Hombre: Para, tenemos que dejarlo vivo para la sorpresa final del jefe.

El compañero detiene las descargas mientras Gyn apenas es capaz de captar lo que han hablado, algo sobre una sorpresa que no le gusta nada.

Lo llevan de nuevo a su celda y lo tiran dentro contra el duro suelo mientras Gyn solo piensa en lo mucho que le gustaría ver a su chica una vez más.