Saga Gyn Sawyer/ Libro 1 Homeless: Capitulo 17

Capitulo 17

Gyn espera pacientemente a su muerte, hace un rato le han avisado de que Hullat vendrá a su sorpresa y teme que será su ejecución.

Su puerta se abre mostrando al temible Victor Hullat y sus cuatro hombres con algunas cosas que a Gyn no le gustan nada.

Hullat: Vaya Sawyer, que débil te has vuelto.

Gyn: No quería darte gusto.

Hullat: Tranquilo, ya vere sufrir a tu novia.

Gyn lo mira duramente mientras dos hombres lo cogen y lo postran contra una desgastada mesa de madera y lo atan con cuerdas.

Gyn: ¿Qué vas a hacerme?

Hullat: Te lo voy a contar….voy a coserte esta pequeña bomba al cuerpo y saldrás por los aires.

Gyn palidece ante la idea de Hullat e intenta sin éxito soltarse de las cuerdas.

Hullat: Empecemos.

La puertas se cierran y lo único que se escuchan son los gritos de Gyn a través de la dura pared mientras el cielo oscurecido por el horror, llora por la suerte del joven…

Horas después, Hullat y sus hombres, con las manos ensangrentadas salen de la sala dejando el magullado cuerpo de Gyn Sawyer a la vista mientras el chico se mantiene apenas consciente.

Con cada latido de su corazón, un segundo del temporizador pasa, tiene cuatro minutos antes de morir y su mente se nubla con recuerdos del pasado.

Gyn: Dej…ame…vivir…

Sus palabras reflejan su complicado deseo mientras una fuerza se apodera de él y le permiten coger un puñal olvidado, quizá esto le ayude o lo mate, pero debe intentarlo.

Por la arenosa carretera, el todoterreno de Rizzo acelera a toda velocidad mientras la pequeña señal del ordenador de Caroline se hace más insistente.

Caroline: El sitio tiene que estar cerca.

Rachel: ¡Mira!

Rizzo observa un gran castillo y murmura algo parecido a “bastardo” mientras se dirige allí con la intención de matar a cualquiera que le evite salvar a su amigo.

Gyn consigue cortar la bomba y apartarla de su cuerpo con mucha dificultad mientras se mueve lo más rápido que puede a por Hullat.

Gyn: Donde estas cabrón.

Camina apoyado en los poderes mientras la sangre resbala de su cuerpo y su respiración se hace más acelerada.

De repente a sus oídos llega el ruido de un helicóptero y se imagina que Hullat le da por muerto y quiere marcharse, pues bien, Gyn Sawyer no dejara que eso ocurra.

Hullat: ¿Pero que…?

Se sorprende enormemente al ver a Gyn aparecer delante de él, armado y con una sonrisa socarrona en su cara.

Gyn: ¿Pensabas que era débil?

Hullat: Deberías estar muerto.

Gyn: Ahora lo estarás tu.

Sin previo aviso, Gyn arremete contra los hombres de Hullat matando a los cuatro y dejándolos solos, esta vez, cara a cara.

Hullat: Me basto para matarte.

Gyn sonríe cuando se abalanza sobre él, aún debilitado es capaz de defenderse y pelear, entra en la casa pensando en la bomba y espera el tiempo necesario, cuando de repente escucha un pequeño clic y sonríe al ver la cara de Hullat antes de que todo se vuelva negro…