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martes, 29 de diciembre de 2009

Hospital Central: Capitulo 17

Capitulo 17

Gines solo veía fuego mientras recorría la casa con la mirada, debía encontrar a Erik lo antes posible y salir de allí.

Todo a su alrededor estaba en llamas cuando de repente vio algo más, era un cuerpo, su amigo…

Gines: ¡Erik!

Corrió hasta él y lo agarro con cuidado de no dañarlo más de lo que ya estaba y poco a poco lo fue sacando de la casa, pero eso no era más que el principio del problema…

La casa se venía abajo y él no podía encontrar una maldita salida entre tanto fuego, pero no iba a permitir que esto acabara con ellos, así que se esforzó en caminar con su amigo encima en busca de una salida.

Entonces lo vio, era un pequeño perro que estaba escondido y asustado que corrió hacia ellos cuando los vio, el pequeño animal ladró hacia una salida que Gines vio perfectamente.

Cogió al animal entre sus brazos y se aproximo a la salida, comenzando a respirar aire normal otra vez y sonriendo.

Fuera Raquel y Eli esperaban impacientes esperando que salieran mientras se encargaban de la familia herida en el incendio cuando de repente los vieron salir, ahumados pero vivos.

Rápidamente corrieron hacia ellos y los taparon llevándolos a la ambulancia. Raquel coloco la máscara de oxigeno a Gines y lo miro tiernamente.

Raquel: Eres todo un héroe…

Gines: A sido el perrito, el nos mostro la salida.

Raquel sonrió mientras le dejaba un tierno beso en sus labios y lo abrazaba todo lo fuerte que podía.

Gines: Siento asustarte tanto.

Raquel: No pasa nada, por lo menos vuelves siempre conmigo…

Gines: Te quiero.

Raquel: Y yo a ti, ahora vámonos a casa por favor, necesito dormir contigo a mi lado.

Gines sonrió, después de despedir a Eli y Erik se marcharon a casa a descansar el día de mañana se presentaba difícil.

Al llegar a casa Raquel preparo la cama y los dos se tumbaron en ella, nunca había experimentado esto, esta sensación de no necesitar nada más que sus brazos alrededor de su cintura y el latido de su corazón golpeando sus oídos.

Y así se durmió con su suave caricia en el pelo y su respiración tranquila llenándola por completo…

A la mañana siguiente cuando se despertó noto que los brazos de Gines ya no la rodeaban y se levanto extrañada.

Entonces sonrió al escuchar ruido en la cocina y salió para verlo haciendo el desayuno, tostadas, leche, zumo y café rodeaban la mesa junto a la mermelada y la mantequilla.

Lentamente se acerco a él y lo abrazo por la cintura apoyando la cabeza en su dura espalda mientras él seguía haciendo las cosas como si nada.

Raquel: Buenos días…

Gines: Buenos días cariño.

Raquel: Levantarse así es una delicia, lo has hecho todo antes de ir a trabajar.

Gines: Claro que si, tenemos que ir con energía…por cierto ¿Cuándo me quitas esto?

Raquel: Ven…

Lentamente se lo llevo al baño donde le quito la venda entre pequeños besos, lo deseaba tanto como él a ella y se lo dejaba saber con cada temblor que su cuerpo daba embriagado por los besos en el estomago que ella le dejaba.

Sin poder evitarlo, la agarro y apoyándola en el suelo sobre una alfombra beso cada espacio de su cuerpo entre sus gemidos y los suyos propios.

Raquel: Te necesito Gines…

Gines se coloco un condón antes de entrar en ella y hacerle el amor con todas las ganas que tenían reservadas, ella se movía a su compás haciendo el ritmo desenfrenado y lleno de deseo.

Cuando por fin llegaron a su final, Gines la miro y comprendió que lo que sentía por ella era esa clase de amor que solo pasa una vez en la vida.

Y esa vez para él ya había llegado…

4 comentarios:

  1. antes de L tempestad parece que viene la calma verdad inma

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  2. q vendra ahora???? no quiero ni pensarlo

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  3. "esta sensación de no necesitar nada más que sus brazos alrededor de su cintura y el latido de su corazón golpeando sus oídos."
    ¡Qué bonito! ^^

    Me ha gustado mucho, muy romántico y sexy :))) Aunque miedito me da la respuesta que le diste en su día a Pinflita... xD

    Besos.

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