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domingo, 20 de diciembre de 2009

Hospital Central: Capitulo 8

Capitulo 8


Si alguien le llega a decir a Gines hace dos semanas que estaría así a día de hoy, probablemente se hubiese reido, pero aqui estaba, intentando caldear el ambiente y deseoso por probar a la mujer que tenia debajo de él.

Llena la espalda de Raquel con sus besos notando como se mueve y a la vez, notando como su miembro se endurece con cada toque de su cuerpo.

Gines decide cambiar la estrategia esperando no cometer un error y se acerca a su oído, mordisqueando sensualmente su oreja y dejando escapar algunos sonidos sensuales de su garganta.

Raquel no puede aguantar mucho más tiempo mientras se mantiene debajo de él, aguantando el placer que la envuelve con solo estar así.

Entonces Gines decide acabar con esta tortura y se desviste, su cuerpo musculado y bien formado, arde de deseo por ella mientras su miembro se presenta más que encantado a tomar posesión de todo su cuerpo.

Y vuelve al juego colocandose sobre ella y haciendole notar el poder que ella tiene en él estando de espaldas.

Raquel: Dios mio Gines...

Su susurro no hace más que calentar más lo que lleva dentro por el toque excitado que le ha presentado.

Gines: Esto es por ti...

Raquel no puede aguantar más su deseo y se da la vuelta para hacer frente al hombre que tiene sobre ella y que desea probar tanto como él a ella.

Gines pasa un dedo por todo su cuerpo sintiendo como se entremece bajo él y luego su lengua probando su cuerpo con mucho cuidado y esmero.

Raquel agarra su nuca para fundir sus labios en un beso lleno de deseo, mientras Gines se encarga de desprender la única prenda que falta del cuerpo de ella.

Gines: Estas lista...
Raquel: Si...

Raquel le pone el condon con mucho cuidado mirando como disfruta de su toque en él y luego se acomoda con él sobre ella prepadara para lo que viene.

Gines entra en ella de una certera embestida moviendose lentamente para disfrutarlo mientras ella pasa las manos por su pecho y las coloca en la nuca, agarrando su pelo.

Las sensaciones que pasan por ellos son indescriptibles mientras toman todo el uno de la otra y viceversa, cada movimiento más pasional y más placentero para cualquiera de los dos.

Gines comienza a aumentar el ritmo a la vista del final de su placentero momento y funde sus labios con ella centrandose en darle todo lo que tiene de él.

Raquel aprieta el cruce de sus piernas sobre él cuando siente una explosion de sensaciones en su interior, prologado por la rapidez de los embistes que su amante le proporciona.

Gines convulsiona al notarse completamente dentro de ella y conocer cada recoveco de su interor que ahora es de él.

Gines detiene sus embites lentamente mientras le deja un tierno beso en los labios que los calma a los dos.

Quedan en la cama, ella sobre su pecho unos minutos pensando en lo que les acaba de pasar y lo felices que estan por ello.

Gines: ¿Que?
Raquel: Pensaba en que tendré yo para tenerte aqui.
Gines: Tienes todo lo que yo necesito.
Raquel: ¿Y eso que es?
Gines: Tú me ves de verdad Raquel, como soy.
Raquel: Porque me gustas, me gusta como eres, incluso con tus momentos de locura.
Gines: ¿Me esta llamando loco, doctora?

Raquel se ríe a carcajadas por su mirada arrebatadora mientras Gines se alegra de que el único sonido que le envuelva sea su melodiosa risa.

Raquel: Te estoy llamando diferente.
Gines: Ah bueno, entonces vale.

Gines sonrie antes de besar sus labios y mirar sus ojos negros que lo atrapan como un si de un imán se trataran.

Pero Raquel tiene algo en mente, algo que necesita verificar si o si para quedarse definitivamente tranquila.

Raquel: ¿Y yo que soy para ti?
Gines: ¿Tú? No se...
Raquel: Oye...
Gines: Que no boba...para mi eres un nuevo comienzo, sincero.

Raquel sonrie ante su respuesta venída del corazón y le besa durante largo rato, hasta que suena la alarma, otra vez toca volver al mundo real.

Pero esta vez, ya no es tan duro como parece...

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