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martes, 13 de abril de 2010

Almost Red: Capitulo 12

Capitulo 12

Gines corre por la calle en busca de la casa de Raquel con las nuevas noticias, por primera vez en su vida tiene la esperanza de vivir.

Gines: ¡Raquel! ¡Raquel!

Raquel sale de su casa algo confundida cuando ve a Gines llegar hasta ella y besarla como si la vida le fuera en ello.

Raquel: Cariño ¿Qué pasa?

Gines: Tu madre es un genio, mi amor.

Raquel: ¿Qué? ¿Cuándo has hablado con mama?

Gines: Vamos dentro.

Raquel lo mira extrañada mientras le invita a pasar y se sienta con él en el sofá, sobre sus piernas.

Raquel: ¿Qué ha pasado?

Gines: Tu madre me llamo para hablar conmigo en privado.

Raquel: ¿Y eso? ¿Por qué a mi no?

Gines: Quería probar si te dejaría a cambio de un poco más de vida.

Raquel lo mira expectante mientras agarra un poco más a su camiseta y se esconde en el hueco de su cuello.

Raquel: ¿Y que dijiste?

Gines: Que no quiero más vida si es sin ti.

Raquel levanta su mirada para encontrarse con la aplastante sinceridad en sus ojos que le hacen olvidar todo mientras se acerca a sus labios para probarlos.

El beso comienza lento, tímido y sobre seguro hasta que Gines profundiza el beso, elevando la temperatura de la habitación varios grados.

Raquel: Gines…

Gines detiene sus besos por el cuello y la mira con tanto amor que la abruma, despejando todas sus dudas sobre aquello que tanto la asusta y desea con él.

Gines: Dime mi amor…

Raquel: Continua…

Gines la mira sonriendo y continúa la línea de besos ahuecando su pecho para probarlo lentamente, desatando una locura que Raquel no conocía en ella.

Poco a poco la ropa se va deshaciendo entre sus manos tímidas, los besos y las palabras de cariño.

Raquel mira el cuerpo sobre ella, le parece tan hermoso que le asusta ser todo de ella y lo besa lentamente justo antes de que él la mire.

Gines: Raquel, te amo.

Raquel lo mira con ojos humedecidos antes de sentir como su calor se introduce en ella dándole placer y dolor en una misma embestida.

Gines espera paciente, empujándose lentamente mientras la llena de besos calmando su malestar.

Gines: Estas… ¿bien amor?

Raquel: Si…estoy bien…

Raquel le acaricia la cara y le besa al mismo tiempo que su dolor desaparece y la invade un profundo placer que la lleva al límite con cada golpe.

Gines se empuja más rápidamente, absorto en la paz que le da y entre besos le repite que jamás la dejara.

Y con esa paz, llegan al primer dulce final de sus vidas, envueltos en ternura, amor y miedo de lo incierto de su futuro.

Sin decir nada, se abrazan y duermen en paz, por fin unidos a todos los niveles y para siempre.

3 comentarios:

  1. PRECIOSO PRECIOSO PRECIOSO ES QUE DE ALGUIEN COMO TU INMILLA NO SE PODIA ESPERAR OTRA COSA Q SEPAS Q ME HA ENCANTADO

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  2. tres hurras por la suegra de Gines.

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