Capitulo 5
Rato después, Gines descansa en la enfermería mientras observa los tubos conectados a su brazo y suspira ligeramente odiando su mala suerte.
Médico: Gines ¿Por qué no nos lo contaste?
Gines: No hacia falta…pensé que podía llevar mi vida normal.
Médico: Es más grave de lo que crees y no tienes un tratamiento.
Gines: Odio las pastillas.
El médico lo mira, entendiendo su pesar y receta unos pequeños tubitos con la medicina necesaria.
Médico: Mira Gines, no te curara pero te ayudara, cuando sientas dolor o algún golpe, inyecta la jeringuilla, te ayudara.
Gines lo mira y asiente recogiendo su receta cuando la puerta se abre muy despacio y Raquel asoma la cabeza.
Raquel: ¿Se puede?
Médico: Si claro, yo os dejo solos.
Raquel sonríe mientras el médico se va y se acerca a la cama donde esta Gines, cuando se sienta lo mira durante largo rato y le acaricia la cara con mucho cuidado.
Raquel: Me asustaste.
Gines: Perdona…
Raquel sabe que le esconde algo y algo grande por lo que decide no andarse con rodeos.
Raquel: ¿Qué tienes?
Gines la mira nervioso, no quiere contárselo pero sabe que no podrá esconderlo toda la vida y aún así… le gustaría tanto que no pasara por eso.
Gines: No es nada amor, solo un susto.
Raquel: Mira Gines, si no quieres decírmelo esta bien, pero no me engañes.
Gines observa como su cara cae en pena y se odia a si mismo por hacerla sufrir, sin pensarlo, la acerca a él y la toma en sus brazos.
Gines: Te quiero, Raquel.
Antes de que pueda contestarle, la besa con una pasión desmedida y la aprieta queriendo sentir su cuerpo pegado al de ella.
Raquel enmudece al segundo y saborea cada momento con él hasta que su corazón dice basta y se ve obligada a parar perdiéndose en sus ojos verdes.
Raquel: Yo también te quiero, Gines.
Gines sonríe mientras la mantiene abrazada y poco a poco va notando que sus energías vuelven a él, haciéndole darse cuenta de algo.
Gines: Tú eres mi salvación.
Raquel: ¿Qué?
Gines la mira antes de besarla de nuevo y sonreír, ahora sabe lo que su padre dijo sobre que “el amor cura hasta la muerte”, tenía razón.
Gines: Nada, que te quiero y nos vamos de aquí a comer algo ¿Qué te parece?
Raquel: Genial, te espero fuera.
Con un beso más Raquel sale de la sala cuando de repente Marisa la para y le da un folleto.
Marisa: Creo que tenéis que hablar tu y el madelman, empo.
Raquel mira extrañada el folleto para ver una foto de Gines tirado en el suelo y algo escrito abajo…
Raquel: Pero ¿Qué…?
Pero que ha hecho la bruja esa ahora ????? Y nos vas a dejar asi ????? Pero por lo menos una pista, por favor
ResponderEliminarNO SE SI YA TE LO HE DICHO PERO ES QUE NO SOPORTO A MARISA NO PUEDO CON ELLA SIEMPRE ESTA METIENDO LA PATA
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